Mi España no es Venezuela
Buenos días, tardes o noches, señores lectores.
Quisiera hacerle una pregunta al señor Iglesias, y qué lástima que no pueda contestarla. La pregunta que deseo plantear es la siguiente:
–¿Usted piensa que la justicia es tonta?
Ciega puede que lo sea, pero tonta no lo creo.
Usted salió ayer, después de tratar a nuestros hijos de tontos (como está haciendo con la justicia de España), para defender a una de sus “secuaces” de su partido comunista, chavista, y un largo etcétera de calificativos que me ocuparían todo el artículo. Salió poniendo tierra de por medio para insultar (como le dije antes) al CGPJ. Salió por pies para defender a su Isa Serra, golpista, antisistema. Que, por cierto, y ya sé que no viene al caso, pero existe una foto que está corriendo por Whatsapp en la que aparece su Isa en un mitin. ¿Y sabe usted quién le está sujetando el altavoz?, pues el enfermero al que entrevistan todos sus medios de comunicación. La 1 y La Sexta.
Y ya que ando “inspirado”, quisiera hacerle otras preguntas, y ahí van:
–¿Haría usted lo mismo por un humilde ciudadano al que ha tenido que cerrar su negocio, al que el Fisco ha tenido que sancionarle por no poder pagar sus impuestos, al que han tenido que “enchironar”, dejando mujer e hijos desprotegidos, por no poder pagar?
–¿Haría usted lo mismo por todos aquellos hombres que han recibido denuncias falsas por malos tratos de unas “feminazis”?
Señor Iglesias, puede que los miembros de su coalición le tengan miedo, pero yo no. Es más, cuando acabe todo esto me gustaría quedar con usted, tomar un café y darle mi número de teléfono y mi correo electrónico para que me pueda censurar. Vuelvo a dejar claro, como ya lo hiciera en algún artículo anterior que se me ha publicado, pueden censurar los mensajes, los correos electrónicos, pero tenemos otros medios de contacto, un poco lentos pero, al fin y al cabo, los hay. Y no crea que se los voy a mencionar, no sea que nos lo censuren también.
Cuando decía que de joven se dedicaba a otras cosas, me refería a otros vídeos que corren por la red, alentando a la juventud a oponerse al sistema.
Señor Iglesias, ¿recuerda usted cómo decía que a un “compañero” italiano le iban pegando en la furgoneta de los “carabinieri” mientras le llevaban a la comisaría?, ¿cómo le obligaban a gritar “viva el Deutsche”? Estas palabras son suyas. Decía que nadie les iba a parar, que iban a seguir estando en la calle, que van a seguir movilizándose y van a seguir llevando a cabo prácticas de desobediencia civil en la calle. No sé si se acordará usted de esto, era usted un imberbe, pero tengo que decirle una cosa, lo ha conseguido, ha conseguido “arrastrar” a niñatos como usted, en aquella época. Pero, le digo una cosa, torres más altas han caído.
Señor Iglesias, quiero terminar diciéndole que no va a convertir mi patria en una república bananera, en una nueva Venezuela, no lo va a conseguir. Somos muchos los que no queremos que nuestro país se ponga en manos de unos impresentables. No queremos un corralito como sucedió en Grecia (gracias a sus consejos). Señor Iglesias, el rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba, usted, por el contrario, lo convierte todo en basura y desperdicio.
Muchas gracias.
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