¿Todos los políticos y asesores asturianos mileuristas?
El estado de excepción que el Gobierno de España disfraza con el eufemismo de estado de alerta hace que todos, mal que bien, tengamos tiempo hasta para hacerle propuestas al mismísimo equipo de ilustrados que, supuestamente, dirige esta situación de tragedia. Como quiera que fuere, las medidas adoptadas por dicho Gobierno, siempre después y al compás de la manifestación feminista del 8 de marzo, ha hecho que la cascada de esta tragedia se agigante más aún. No pareció importarles.
Hasta aquí, las mejores iniciativas han venido protagonizadas (aun a riesgo de sus propias vidas por falta de los equipos de protección adecuados) por los colectivos sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y los trabajadores de productos de primera necesidad, con sus correspondientes transportistas. Dentro de esta dinámica de solidaridad con mayúsculas, organizaciones que siempre están (con pandemia o sin ella), junto a los más necesitados, tales como Cáritas, Iglesia católica, Cruz Roja, Teléfono de la Esperanza, comedores sociales y el Banco de Alimentos, entre otros.
Y en el mismo lado, particulares, jóvenes y no tan jóvenes que a corazón abierto dan todo lo que tienen y se desviven por acompañar, recadear, telefonear, o todo a la vez, a personas impedidas, ancianas o aisladas. Es decir, casi todos menos los políticos, precisamente los mismos que se arrogan de modo soberbio, sin escrúpulo alguno, el derecho a autoimponerse sueldos millonarios, lo mismo en tiempos de crisis que de bonanza, les da igual. Los mismos que llevan dos meses sin dar palo al agua son los mismos que permanecen encovados sin aportar solución alguna, ni siquiera el modo de paliar la tragedia, o vislumbrar la forma de reconstrucción para el después de.
La quiebra económica de Asturias, con el lastre de casi cuarenta años de desgobierno socialista y ugetista en manos del líder José Ángel Fernández Villa, o en los pies del defraudador Vicente Álvarez Areces, nos ha conducido a la situación de tragedia en la que nos encontramos. ¿Y ahora qué? Pues según parece (y para seguir la estela del líder Pablo Iglesias), la nueva reconducción de Asturias quiere ser liderada por el diputado “progremita comunista” Rafael Palacios, es decir, el mismo diputado que siendo director de la Agencia de Cooperación al Desarrollo del Gobierno de Asturias (de 2003 a 2007, y desde 2008 a 2010), dentro de los gobiernos de coalición entre la izquierda y la extrema izquierda asturiana, se dedicó a viajar gratis total por medio planeta Tierra a cargo del erario autonómico, es decir, a cargo de todos los asturianos, con la excusa de la caridad internacional y las buenas obras. ¿Le habrá quedado por conocer algún país del mundo a Rafael Palacios, y pretende hacerlo ahora, otra vez a cargo del erario autonómico?
Pues bien, mientras que la legión de parados en Asturias va camino de superar las peores cotas de desempleo de los desgobiernos de Areces y de su consejero de Trabajo Graciano Torre (más de 100.000 asturianos); mientras la destrucción de empleo, los ERTE y los ERE están dejando nuestra tierra como un campo de exterminio; mientras las pensiones y los sueldos de los ciudadanos no dejan de perder poder adquisitivo, sería la prueba del 10 que todos los políticos asturianos, cargos de designación directa y asesores correspondientes redujeran los sueldos que ellos mismos se han impuesto, dejándolos en la cantidad de 1.000 euros, es decir, por encima de la pensión de la mayoría de asturianos, y paralelo al sueldo mínimo activo. Los millones restantes de sus salarios irían destinados a una “caja de resistencia” (empleando un término muy de izquierdas) en pro de la reconstrucción de Asturias.
Desde aquí animo a D. Rafael Palacios a emprender de nuevo esta cruzada que no precisa recorrer los miles de kilómetros que en su día, con gran esfuerzo, sudor y lágrimas, tuvo que emprender para arreglar el mundo mundial. Solo espero que siga siendo un hombre de bien, habitante de una vivienda normal, y alejado, por tanto, de las tentaciones palaciegas de su jefe supremo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

