Merlos
El culebrón del "cuore" del periodista Alfonso Merlos, hecho común en el programa de la tarde de T5, lo han transformado en un asunto político contra dos periodistas con ideología de derechas. Es curioso que una cadena y un programa que resiste en gran parte gracias al "cuore" de sus propios contertulios y que han permanecido impávidos a los abusos y delitos de su propietario, Sr. Berlusconi, pues "la pela es la pela", se ocupan ahora todas las tardes de todos los días de los "amores" de un hombre soltero, joven con buena presencia y parece que "ligón", convirtiéndolo en un asunto político y pseudomoral.
En ese mismo programa colabora algún contertulio que después de más de veinte años conviviendo con una señora con la que tiene una hija, hace un par de años se casan, en un fastuoso espectáculo cuando él ya compartía vida con otra, para salir cobrando, en una revista y continuar ejerciendo su "profesión" que no sé cuál es, en TV. Al poco de casarse se divorcia para hacer caja de nuevo. A esta "pandilla" les llama la atención los ligues de un joven soltero y con buena presencia. La señora que se siente ofendida por lo que llama "cuernos", tiene edad y experiencia suficiente para comprender lo que ocurría, tiene tres hijos de distintos padres y al quinto día de conocerlo empezó a hacer vida en común con él. ¿Es posible que creyera que fuera una situación para la eternidad? Imposible, tiene experiencia suficiente para saber que era un ligue con un joven con buena facha y posibles y ahora le está sacando rendimiento cuando ya estaba amortizada en ese negocio.
Tener ideología de derechas no tiene nada que ver con el comportamiento socio/carnal de un joven con buena facha y hechuras de ligón. La preocupación del programa de Jorge Javier Vázquez, que él apellidó de "rojos y maricones", yo lo llamaría basura simplemente, nada tiene que ver con las aventuras sexuales del señor Merlos sino con sus ideas políticas. Rojos y maricones dicho por un hombre culto como Jorge Javier, es insultar a sus propios. Bien harían en desconectar del programa, pues la baja audiencia es lo único que le apearía del pedestal.
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