La desescalada, asignatura pendiente
Tras la cuarentena, que hemos rebasado con creces, los españoles nos enfrentamos ahora a un nuevo reto: el desconfinamiento, que habrá que hacer gradualmente, y que los especialistas han bautizado como la desescalada. Es decir, algo así como evitar que los ciudadanos no choquemos unos con otros después de tantos días de hibernación forzada. Vamos, algo así como los Sanfermines, solo que en vez de correr delante de los astados en este caso tocará correr delante de la Policía, que nos podrá parar en cualquier momento y exigirnos DNI, para saber si nos hemos alejado demasiado de nuestros hogares; también podrán controlar si cumplimos con el horario establecido de acuerdo a nuestra edad, amén, lógicamente, de revisar que cumplamos las normas recomendadas de ir protegidos con mascarilla y guantes. También podremos ser sancionados si nos acercamos a menos de dos metros de otro ciudadano. Uno pensando todo esto, y teniendo en cuenta que a los españoles hasta el día de Nochevieja nos tienen que explicar cómo debemos comernos las uvas correctamente, le entra un pánico horroroso de lo que pueda llegar a pasar durante las cuatro fases de la famosa desescalada programada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
En fin, que antes de salir de casa en los próximos días asegúrese de llevar consigo el reloj, para no pasarse del horario permitido, no se olvide su DNI para ser identificado, y no estaría de más portar un metro, para en caso de dudas medir las distancias de seguridad recomendadas. Ante semejantes medidas de control, y teniendo en cuenta que uno no se va a poder sentar en una terraza, de momento, a tomarse una cerveza o una botellina de sidra, lo mejor será seguir en el balcón mirando como el resto de ciudadanos caminan como robots, medio sonámbulos, por unas calles que tardaran en recuperar la normalidad que nos ha robado el maldito coronavirus.
Algunos nos preguntamos si esto nos hubiera pasado hace dos años, con Rajoy de presidente, ¿Se imaginan ustedes como sería la desescalada que nos programaría el gallego? Más que una desescalada sería un descalabro nacional.
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