Congratulations, señor Iglesias
Sr. Iglesias, quisiera felicitarle por su "discurso" del día 29 de abril en la Cámara Baja. Quisiera felicitarle por su vulgaridad, felicitarle por su prepotencia, felicitarle por su falta de respeto y mala educación.
¿Dónde ha dejado usted el "principio de igualdad" que tanto promulgan todos ustedes?
Profirió una serie de insultos, y le faltó el respeto a una diputada del partido político VOX. Con ese tono de voz que pone, ese tono de voz, sereno y pausado que suele utilizar cuando oculta la verdad, palabras del diputado del Partido Popular García Egea. A mí, ese tono de voz me produce repugnancia.
La señora diputada María Ruiz, a la que antes hacía referencia, le preguntó en varias ocasiones por todos aquellos ancianos que dejaron morir en las residencias. Usted solo se limitó a hablar de lo que usted más sabe, del recorte en sanidad.
Sr. Iglesias, en su discurso demostró su ignorancia y desconocimiento del significado de las palabras. Llamó parásitos a Vox. Le aconsejo que mire el significado de "parásito" en el diccionario de la RAE. Lo que usted está haciendo, o mejor dicho, ustedes están haciendo, es alimentarse de todas las "cagadas" que están realizando sus compañeros de equipo. ¿Quiénes son ahora los parásitos, señor Iglesias?
Usted no salió a hablar de la crisis que nuestra patria está sufriendo. Usted salió a "parlotear" de lo que quería hacer desde que está de parásito en su sillón del Congreso. Salió a hablar, insultando a todo aquel que fuese capaz de leerle la cartilla, y vaya si lo hicieron. Se la leyeron, y bien leída.
Decía que se sentía orgulloso de ser comunista. Se siente orgulloso de pertenecer a un grupo de gentuza que mató a sacerdotes, un grupo de gentuza que violaba a monjas, un grupo de gentuza que quemaba iglesias.
Decía que le producía vergüenza que cierto partido político estuviera en el Gobierno. Sr. Iglesias, ¿no se ha preguntado usted si a nuestros compatriotas no les da vergüenza que esté "calentando" un sillón que nunca debería haber "okupado"? A mí, concretamente, me da vergüenza lo que pretende hacer con España, me da vergüenza lo que ya ha hecho con España, me da vergüenza que dependamos de usted y del señor Sánchez como vicepresidente y presidente que son durante este periodo de plaga, me produce temor. Admítanlo y no se escondan tras la muletilla de que "no es una situación fácil y lo estamos manejando como podemos". Admitan que este Gobierno no está cualificado para sobrellevarlo de mejor forma. No se excusen diciendo que España ha actuado bien y antes que otros países; solo se engañan a ustedes mismos. No engañan a nadie al tomar el camino fácil.
Retomando el tema, señor Iglesias, ya sabemos todos que usted no es católico, ni usted ni ninguno de sus seguidores. Pero no sé cómo se atreve a nombrar al Papa Francisco I. ¿Es que le ha iluminado el Espíritu Santo? No me diga que se va a convertir ahora al cristianismo. Y hablando de cristianismo, y de que usted no es católico. No hace falta que lo diga con las cámaras de televisión delante. No hay más que ver cómo permiten, a la religión musulmana, salir a la calle a rezar, no hay más que ver cómo les felicitan el "Ramadán", no hay más que ver cómo se reían del respeto que presentaba, a sus víctimas, la Sra. Presidenta de nuestra CCMM, en la catedral de La Almudena de Madrid.
Antipatriotas son todos ustedes. Anticonstitucionales son tooas ustedes. Miserables son todos ustedes.
Para usted es miserable utilizar la muerte para hacer política. Parece que no recuerda esos mítines que daba, yo se lo recuerdo.
"Lo fundamental no eran las identidades ideológicas, era politizar el dolor, y no hay nada más ideológico que politizar el dolor".
O en este otro mitin:
"Politizar el dolor. Hacer que el dolor de los que sufren se convierta en propuestas políticas para cambiar la realidad".
Y para acabar quería preguntarle: ¿dispone usted de una dispensa papal para no llevar mascarilla ni guantes para ir al súper?
Se lo digo porque usted comentaba que Francisco I le caía simpático.
Aplíquese, señor Iglesias, predique con el ejemplo.
Muchas gracias.
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