La comunidad educativa online durante y después del covid-19
La emergencia sanitaria nacional, decretada por el Gobierno de España (RD 463/2020, de 14 de marzo), ha puesto en evidencia la vital importancia de diferentes servicios públicos para mantener lo que hasta ahora se venía llamando sociedad del bienestar. En el campo educativo, además de la importancia de la comunicación entre alumno y profesorado, se ha puesto de manifiesto la necesidad de tener una comunidad de aprendizaje, para el desarrollo integral de los alumnos, en especial dentro de la Educación Básica Obligatoria y en la que debemos incluir de facto la etapa de 3 a 6 años.
PARA EL CORONAVIRUS
Las relaciones entre los alumnos, las puestas en común en el grupo aula, la cooperación y el desarrollo de los centros educativos como unidad de aprendizaje es un tema no muy abordado en los Consejos Escolares Autonómicos y del Estado. Las circunstancias excepcionales del confinamiento que nos tocan vivir han puesto de manifiesto la fragilidad de una comunidad educativa reconocida como tal en las diferentes leyes educativas y ahora con algo menos de presencia en actual y discutida LOMCE. En la actualidad los profesores nos hemos visto en la tarea de impartir clase sin centro, sin aula y con unos grupos-clase seleccionados a partir de unos criterios de sesiones y grupos presenciales sin tener en cuenta ni lo más mínimo una posible docencia online. Además, la mermada reconversión a la docencia online ha tenido que hacerse en el corto espacio de una semana. Son cientos de miles los docentes de diferentes etapas que a lo largo de la geografía española se han encontrado de bruces con la realidad virtual del siglo XXI que tanto se pregona en los objetivos educativos, pero que ahora evidenciamos su distanciamiento en la práctica diaria de las clases online durante el confinamiento.
Profesores y alumnos hemos deambulado en los diferentes servicios y plataformas educativas en busca de la mejor manera de transmitir el aprendizaje, ya que no hace falta ser docente para reconocer que la asignación y corrección de tareas (serviría un simple sistema bidireccional como el mail) es una parte muy pequeña de los contenidos y competencias adquiridos a lo largo de un curso por los estudiantes.
Los docentes intentamos adaptar al contexto socioeducativo actual las variopintas indicaciones institucionales, pretendemos con mayor o menor éxito encontrar un medio de comunicación no solo con el alumno, como predican las mencionadas instrucciones, sino con el resto del grupo y de alguna manera con el resto de la comunidad educativa; buscamos, necesitamos, un entorno de aprendizaje online, flexible, garantista, que cumpla con los principios básicos de equidad que promulga el currículo de la educación pública, y esto solo se consigue con una nueva concepción de la educación en lo que me podemos definir por simplificar la comunidad educativa online.
Diferentes medios tanto en prensa, en radio o en televisión presentan corrientes de opinión encaminados al “post-pandemia”, si bien carecen de información certera para estos futuribles, estamos en disposición de asegurar, a tenor de la sociedad actual, que la adecuación de la educación a este inmediato mundo digital y global, en continua evolución, no puede seguir siendo un objetivo, ha de ser obligatoriamente una realidad. Al igual que la educación evolucionó con las sociedades desarrolladas a ser un derecho y un deber de los estados para con sus ciudadanos, la digitalización efectiva y a través de verdaderas comunidades educativas online debe ser una tarea imprescindible y real a corto plazo, tan corto e inmediato como que el nuevo curso académico debería prever acciones encaminadas a la transición hacia una comunidad educativa online, empezando por las administraciones, implicando a los profesores, alumnos, también con los padres como lo hacen otras administraciones, y buscar el apoyo de las instituciones implicadas. El caos originado por esta situación excepcional no debe ser una disculpa para lamentarnos de lo que pudo haber sido, debe ser un toque de atención del retraso y la falta de ritmo para responder a esta sociedad cambiante. Es vital para que nuestros alumnos tengan oportunidades reales en un futuro, una actuación inmediata de las administraciones competentes que priorice este hecho de cara a las instrucciones de inicio del curso que viene, aunque mucho me temo que, al igual que en el control de la pandemia, vamos tarde.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo