La Nueva España » Cartas de los lectores » Cómo eran las cosas antes del covid-19

Cómo eran las cosas antes del covid-19

6 de Mayo del 2020 - Fernando Caamaño Álvarez (Gijón)

En un mundo en el que el momento actual es lo único importante, donde pasado y futuro son cada vez más irrelevantes (véase como ejemplo la incapacidad para tomar medidas contra el cambio climático), acabo de recordar cómo eran las cosas hace escasos dos meses aquí donde vivo y allí donde crecí.

En Asturias, gobernada por el PSOE de forma casi ininterrumpida desde el año 1999, la situación sanitaria era la siguiente:

A pesar del déficit de personal médico desde hace años, y aún conscientes de que se agravará en el futuro, eran frecuentes los contratos eventuales, renovables cada pocos meses, en muchos casos sin tener la certeza de qué pasaría cuando ese contrato finalizase hasta el mismo día de su vencimiento. En mi caso particular, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología desde el año 2015, en cinco años los contratos firmados sobrepasan la docena.

En esta misma región, personal altamente cualificado de Microbiología, que actualmente trabaja 10-12 horas al día para realizar el mayor número de pruebas diagnósticas de covid-19 –incluso creando desde cero nuevas unidades– hasta hace meses solo optaban a contratos de sustitución o de fin de semana.

Sigue siendo en el Principado donde la oferta pública de empleo en sanidad ha sido casi inexistente hasta hace escasos años, y donde transcurre tanto tiempo entre las pruebas y su resolución que directamente te olvidas de que en algún momento te has presentado a un examen, y tras casi 24 meses desconoces si mereció la pena el esfuerzo.

Al otro lado de la ría del Eo, en una comunidad gobernada por el PP durante 26 de los últimos 30 años, las cosas no son muy distintas. En Galicia, como en todo el país, la falta de personal también es la norma general. Eso no impide que profesionales con más de 10 años de experiencia como médicos especialistas sigan firmando contratos mensuales. Además, si eres mujer y te quedas embarazada tienes que hacer cábalas para que eso no repercuta en la renovación –o no– de tu contrato.

Es también aquí donde personal médico y de enfermería llega a firmar varias decenas de contratos en un solo año, o recibe llamadas diarias a primera hora para conocer a dónde deben ir a trabajar ese día –en función de las necesidades surgidas en el momento– y en las que como la respuesta sea que no están disponibles, independientemente del motivo, se les penaliza.

Sirvan estas dos comunidades como reflejo de lo que pasa con la Atención Primaria en todo el país. Esa que será fundamental para salir de esta crisis sanitaria y a la que ahora todos quieren poner en valor, es la misma a la que todas las administraciones han sobrecargado de trabajo hasta hacerles imposible mantener una adecuada calidad asistencial, lo que ha derivado en un menosprecio general de la población a la medicina de familia. Esas y esos profesionales que ahora nos aseguran serán fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema sanitario, son exactamente igual de relevantes que lo eran antes de conocerse este virus, porque son el peldaño fundamental de nuestra sanidad.

Estos son algunos ejemplos de cómo era la realidad pre-covid, que seguramente no difiera mucho de la realidad post-covid. Sirvan como ejemplo todos esos contratos hechos a sanitarios hace escasas semanas en la Comunidad de Madrid y que ya no compensa renovar, incluso conociendo el alto riesgo de repunte de casos en las próximas semanas o meses.

Y mientras tanto nuestros políticos desaprovechan una de las pocas oportunidades que tendrán de recuperar el respeto de la sociedad y de lavar una imagen que durante años ellos mismos se han encargado de ensuciar y desprestigiar. Al contrario, prefieren seguir enzarzados en una permanente –y cansina ya– campaña electoral que los lleve al poder de la forma que sea. El Gobierno, no reconociendo sus errores durante la gestión de la epidemia –que por supuesto los hay– ni aceptando ciertas críticas, facilita las cosas a una oposición que ha mostrado una deslealtad y una falta de escrúpulos total al señalarlos como los únicos culpables de esta pandemia y sus muertes. Una oposición centrada en censurar cualquier medida tomada por el Ejecutivo –sea útil o no– o en criticar que no se hayan tomado las medidas que ellos tampoco consideraron necesarias allí donde gobernaban. Una y otra vez han preferido recurrir a mentiras deliberadas, a medias verdades, a reproches y descalificativos vergonzosos, solo con un objetivo partidista y, por supuesto, menospreciando el bien común.

Así, a día de hoy, parece totalmente imposible que exista colaboración para intentar crear un plan conjunto de lucha contra esta crisis y sus consecuencias futuras. La indiferencia mostrada por consensuar unas medidas sanitarias, económicas, sociales y laborales –fundamentales desde hace años e imprescindibles en este momento– solo demuestra que a la gran mayoría de ellos lo que menos les importan son los problemas de las personas que viven en este país. Lo único que anhelan es el poder, ese que les permita imponer sus ideas, y para ello les da igual recurrir a generar miedo, incertidumbre e inestabilidad en una sociedad cuyas disputas, cada vez más frecuentes y vehementes, quién sabe en qué acabarán derivando.

Los problemas no aparecieron de golpe hace dos meses procedentes de Wuhan, estaban ahí desde hace años, y ahora debería ser el momento de analizarlos e intentar arreglarlos.

Cartas

Número de cartas: 49009

Número de cartas en Diciembre: 132

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador