Manipulación
En el año 2014 y dirigida y auspiciada personalmente por Pedro Sánchez, se desencadenó una tremenda campaña de acoso a Mariano Rajoy con motivo de la contaminación de una auxiliar de enfermería con el virus del ébola. Se llegó a llamar asesinos a los políticos del Partido Popular por haber sacrificado a un perro. Hay decenas de vídeos en la red que atestiguan estos hechos. Hoy, con más de 25.500 muertes en España, no es posible criticar al Gobierno de Pedro Sánchez por la gestión de la crisis del coronavirus sin ser calificado de facha, antipatriota y catastrofista.
A partir del año 2014, las críticas a Mariano Rajoy por su política de desmantelamiento de la sanidad pública fueron constantes, y hoy en día circulan por la red vídeos creados por el Partido Socialista en los que culpan de la actual situación sanitaria en España al Gobierno del Partido Popular. Cuando se intenta continuar con esa responsabilidad comprometiendo al actual Gobierno del Partido Socialista, entonces de aduce que Pedro Sánchez no tiene ninguna responsabilidad ya que las competencias de la sanidad están transferidas a las comunidades autónomas.
En estos momentos, los socios que apoyaron a Pedro Sánchez para formar gobierno le están retirando su apoyo para aprobar la prórroga del estado de alarma, pero si no se aprueba la “culpa será del Partido Popular”, acusándolo de generar el caos, pese a que infinidad de informes jurídicos avalan la posibilidad de mantener determinadas medidas sanitarias con la finalización del estado de alarma.
Pedro Sánchez ha llevado siempre al Congreso de los Diputados unas propuestas que en ningún caso han sido no ya consensuadas, sino ni siquiera comentadas previamente con los partidos de la oposición, pese a lo cual el Partido Popular ha ido aprobándolas por sentido de estado. Lo explicó muy bien Ana Oramas, de Coalición Canaria, acusando a Pedro Sánchez de ser un cocinero de un único plato, lentejas, si quieres las tomas y si no las dejas.
Es difícil ser más demagogo, ni más tendencioso y embustero, apoyado por los medios de comunicación afines, y por los comentaristas distribuidores de avales democráticos.
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