Nosotros o el caos
Si lo que pretendían era asustarnos más, no hay duda de que lo han conseguido y el miedo en el cuerpo no hay quien nos lo quiten.
Después de las manifestaciones previas del jefe del Ejecutivo asegurando que no hay un plan B que sustituya al estado de alarma que quiere prorrogar dos semanas más, su ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha echado más leña a un fuego que amenaza con convertirse en un incendio descontrolado, porque, según él, “o el estado de alarma o el caos”. Una frase apocalíptica dicha en un tono muy poco conciliador, cuando ahora la única salida sería tender puentes.
En las presentes circunstancias resultan patéticas las posturas de unos y de otros, en un pimpampum con armas de fogueo que están resultando más dañinas que si se estuvieran atacando con balas de verdad.
Aún estaríamos a tiempo de revertir la situación en beneficio de la colectividad, pero ¿serán capaces los líderes políticos de entender que la mejor solución posible para el país, en las presentes circunstancias, es apartar las diferencias y ponerse de acuerdo en esencia, que no es otra cosa que mirar por el bien común?
Ya tendrán tiempo de decirse de todo, pero ahora no hay otra salida. No es mucho pedir. Hay que ser optimistas, aunque den ganas de llorar.
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