Autónomos de temporada o discontinuos
Que nadie se quede atrás suena muy bonito, pero en realidad hay muchas personas que, por una cosa u otra, están en un limbo económico, sin percibir ingreso alguno, pues yo sé de varias personas, amigos y familiares, que a día de hoy de todas las medidas que está tomando el Gobierno central, a este colectivo de autónomos de temporada no encajan en ninguno, y digo yo algo habrá que hacer, y los distintos organismos, que miren estos casos, para que el dicho de que “nadie se quede atrás” se cumpla.
Yo creo que esto quien puede tener las competencias serán las comunidades autonómicas y ayuntamientos en que estén empadronadas estas personas, porque la situación ya es muy grave, pues llevan sin ningún ingreso desde noviembre, cuando terminó la temporada y dejaron su trabajo, hasta el día de hoy, mayo, son ya seis meses sin percibir un euro y los pocos ahorros que tenían se han terminado y nos tendrá que tocar ayudarlos a la familia, pero como tampoco nos sobra nada de la pensión que cobramos pues esto no durará mucho, y entonces, ¿qué?
Como digo, en esta situación hay gente de muchos sectores, hostelería, turismo, deportistas en zonas de playas y al que yo me refiero más en concreto, pues tengo familiares y amigos, son los hospitaleros que prestan su servicio en los albergues del Camino de Santiago, que, como todos sabemos, por nuestra comunidad asturiana pasa la mayoría de ellos y hay muchos albergues en distintos pueblos y ciudades. Los albergues cierran en noviembre la mayoría de ellos, pues la climatología no es apta para hacer el Camino y se dan de baja de autónomos hasta mediados de marzo, que empiezan a funcionar, pero aquí está la cuestión este año, nos sorprendió la pandemia del coronavirus, por lo tanto no les dio tiempo de darse de alta y han quedado en ese vacío del que les hablaba, son autónomos discontinuos o de temporada, quedando en un limbo, en cuanto a recibir prestación alguna, a día de hoy.
Yo le pediría al Gobierno de España, que está haciendo lo que puede para que todas las personas reciban alguna prestación para vivir, que estudien bien a los distintos colectivos, y también se lo diría al Principado de Asturias y ayuntamientos, que hagan algo al respecto por estas personas, para que su sufrimiento de no poder trabajar y no poder cumplir con su servicio de atender a tantos caminantes de todo el mundo que nos visitan no caiga en el desamparo y en el olvido.
Por otro lado, parece que la cosa va para largo, pues los albergues, que son convivencia pura de distintas nacionalidades y países de todo el mundo, son unas instalaciones donde se comparte todo y tal como apunta a día de hoy este virus mortal no nos dejará de un día para otro (ojalá me equivoque).
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