Cumpleaños en el Paseo de la Música

Que después de 26.748 fallecidos en España, de 47.481 sanitarios contagiados, de los que 37 han fallecido, y de 293 víctimas en Asturias aún tenga ganas de escribir me sorprende a mí mismo, y en parte de ello o en mucho tiene responsabilidad el auditorio libre y espontáneo montado, preparado, dirigido e incluso bailado desde su habitación en la calle Fausto Vigil por Pika, Miguel, Dj de acreditada solvencia, para solaz y sosiego de sus vecinos, y todo ello después de los cinco minutos de aplausos diarios para agradecer lo que es imposible a todas esas personas que han estado y están en primera línea de combate contra el invisible y mortífero virus, como atestiguan las cifras citadas y a quienes tenemos todos muy presentes.

Hoy, después de cincuenta y cinco días de confinamiento, respiro y anhelo recuperar la normalidad perdida, y sé que el reto no es fácil, que faltan evidencias, certezas, seguridades, aunque la tensión ha aflojado por el descenso de contagios, afectados e incremento de curaciones. Las preguntas que todos nos hacemos son: ¿acertaremos?, ¿mantendremos la prudencia y el distanciamiento social que exigen estas situaciones límites? Seguro, sí, o yo al menos así lo deseo.

Resumir en pocas líneas lo que uno ha vivido durante este tiempo es una tarea imposible. La información excesiva, genérica, titubeante y a veces contradictoria alarmaba más que relajaba, y los partes diarios de víctimas aún tensionaban más. Telediarios los justos y cuando ya el día se hacía inmasticable: los aplausos de las 20.00 a nuestros héroes y la terapia musical del día, con temas de todas las épocas, aunque predominan los modernos. Opción que el propio Miguel me reconoció que no era fácil, ya que en la calle como es de suponer viven personas de todas las edades y de diferentes gustos, pero aun así nos entendimos, y pasamos del “Cachito, cachito”, de la época de mis padres, al “Bienvenidos” de Miguel Ríos; al pletórico Rafael con su “Puede ser mi gran noche”, o la mítica y poética canción de Joaquín Sabina de “Y nos dieron las diez…”

Hoy, 8 de mayo de 2020, ha sido como dice Serrat “un gran día” y ello por varios motivos que os expongo:

a/ Hoy, festividad de San Acacio de Bizancio, es el cumpleaños de Miguel, de Pika, 42 años… ¡Muchas felicidades!... La persona generosa que con su tiempo ha hecho que esos cincuenta y cinco días se queden en un ayer trágico, duro, triste, que no nos desespera ni nos acogota, sino que nos estimula a levantarnos, a seguir adelante y reinstaurar la normalidad perdida. Este es reto y mensaje que nos dejaron tantas víctimas y lograrlo su mejor tributo: que las condolencias vayan acompañadas de hechos: triunfo, victoria: España.

b/ En la adversidad, en las dificultades se conoce al amigo, al vecindario, al colectivo. El pasado lunes, 3 de mayo, después de los aplausos de las 20.00, un grupo de vecinos, conocedores de lo que sentíamos la mayoría, se constituyen en “comisión organizador de cumple a Picachón” y así evidenciar de una manera más palpable nuestro agradecimiento. Como tal se crea un grupo de Whatsapp que tiene el apoyo generoso del vecindario y en cuatro días y a pesar de las limitaciones que tiene la fase 0 de la “desescalada” –límites de movilidad, de compras…– las propuestas consensuadas en el grupo se hicieron realidad el viernes, día 8 de mayo, a las 19.45 horas, cuando responsables del grupo organizador(Pipi, Juanca y otros…) pican en el teléfono del portal de su casa y le indican que baje a la calle que le quieren felicitar y dar unos detalles, que consistían en: Un marco moderno rectangular de tamaño medio, tipo folio Din A4, que simula los galardones del “Disco de platino” que contiene un vídeo con fotos y comentarios de sus vecinos, una fotografía del propio Miguel en pleno trabajo de dj y en la parte derecha una pequeña placa que dice: “Al mejor Dj del confinamiento. Muchas gracias por todo. De tus vecinos y seguidores. 8-5-2020”. Unos chuches para sus dos hijos y un detalle para Laura, su mujer, y, en tercer lugar, una colorista tarta de cumpleaños, donde abundaba el merengue y las fresas, y en la cima de la misma la fotografía de Miguel como dj con las palabras: “Felicidades, gracias”.

Ante una situación tan inesperada los nervios de Miguel salieron a relucir y de la emoción salieron sus palabras entrecortadas como “Gracias, muchas gracias…”. No daba crédito a lo que veía y siempre arropado por el aplauso agradecido de sus vecinos. Sé que le costó cenar e incluso hubo quien le aconsejó tomarse un Trankimazin...

Ayer, es cierto, fue un gran día, por muchos motivos, pero especialmente por el testimonio agradecido y solidario de unos vecinos hacia Pika, que con su música les ayudó a sobrellevar un confinamiento de 55 días. Ayer, en el Paseo de la Música en que se ha convertido la calle Fausto Vigil durante este tiempo se ha vivido un testimonio vecinal de los que no se olvidan y que recuerdan tiempos no muy antiguos donde lo mío era tuyo y lo tuyo mío.

Ayer pude hacer mías aquellas palabras de la canción de Violeta Parra que dice: “Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado la risa y me ha dado el llanto. Así yo distingo dicha de quebranto, los dos materiales que forman mi canto, y el canto de ustedes, que es el mismo canto, y el canto de todos, que es mi propio canto”.

¡Muchas gracias al grupo organizador, que con su trabajo y buen hacer han convertido en realidad nuestros deseos!

P. D. Sé que mis palabras no llegan a tu música, Miguel, pero déjame que al menos lo intenté. ¡Feliz cumpleaños!