Pensando espero...
Estos días, tenemos tiempo, quietud y silencio para pensar, es una maravilla. Bueno, al menos para los que no tenemos guasap de ese. Yo tengo un móvil almeja, que no me recoge ni las llamadas perdidas; lo quiero mucho. "Pensar es un placer, sensual, genial, pensando espero..."
Sí, sí, ya sé que Sarita Montiel lo cantaba diferente, ella abría mucho la boca para pensar. Aunque aquel mito de que estamos usando solo el diez por ciento del cerebro no tenga mucho que ver con su potencialidad, sino más bien con un afán creativo y activo, también es verdad que es fácil dejarse atacar por el virus de la pereza mental; ahí se justifica el dicho: "Lo que no se usa, se pierde". Lo mismo le sucede al músculo. Ahora que ya podemos andar los que no tenemos perro, -esos pueden andar a cualquier hora y a cualquier edad, eso también da que pensar- pues descubre uno que se le han aflojado los músculos, que la cuesta arriba es mas cuesta en este mayo que en enero. Bueno pues, pensando, pensaba yo que no hay manera de encajar, o de armonizar las leyes de un Estado tan administrado como este -tres millones de funcionarios y millón y medio de políticos, aparte asesores- para que ampare el orden necesario de una convivencia y proteja los derechos indispensables en justicia, sin perder claro está los votos vengan de donde vengan. En las Escrituras Griegas (Nuevo Testamento), se traduce por "ley" la palabra nómos, que proviene del verbo ném (repartir; distribuir"). ¿No es un delito ocupar la vivienda de otro?, ¿cómo es que ahora no solo no se castiga el delito, sino que al delincuente se le asignará un sueldo a expensas de nuestros impuestos?, ¿Será por eso que Paquita siendo viuda, tendrá que trabajar hasta los 67 años, teniendo en casa dos hijas en paro sin subsidio y un abuelo dependiente? "Señor Soberano, santo y verdadero, ¿hasta cuándo te vas a contener de juzgar a los que viven en la tierra...?" (Apocalipsis 6:10). A los que nos castigamos pensando, nos queda esa esperanza.
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