Mismos errores
Vivo en Inglaterra y desde que se decretó el confinamiento vivo el eterno día de la marmota. Mi familia y amigos viven en España, así que sigo de cerca lo que pasa allí a través de lo que me cuentan ellos, de los diarios, de la radio y de las redes sociales. Con un desfase de una o dos semanas veo cómo todo se repite: mismos comportamientos, mismos miedos, mismos bulos, mismas noticias, mismos memes y, lo que más me sorprende, mismos errores políticos. El pasado domingo, el primer ministro Boris Johnson, en un discurso televisado, anunció que se prolongaba el confinamiento pero que las medidas serían más laxas. Pero su discurso solo generó más dudas. Todos los que no puedan trabajar desde casa, pueden ir a trabajar. ¿Cómo y cuándo? Las empresas están cerradas y se tienen que preparar para que los empleados puedan volver de forma segura. Los alumnos de preescolar, primero y sexto curso podrían volver a las aulas en junio. ¿Cómo? ¿Podrán volver todos? ¿Qué pasa con los que tienen otros hijos en otros cursos? ¿Se quedarán en casa? ¿Qué harán los padres que vuelvan a trabajar? Los que viajen a Inglaterra desde otros países tendrán que pasar una cuarentena. Pero ahora resulta que los franceses no. Y a mí todo me resulta familiar. Creo que ya lo he oído antes en otro sitio. Al menos, los dirigentes podrían tomar nota de los errores que cometen otros países a la hora de comunicar. Dejen de lanzar globos sonda y concreten medidas.
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