Y los servicios públicos, cerrados
No entendemos muy bien cómo una serie de establecimientos de distintos ramos o sectores desde el pasado lunes se encuentran abiertos a disposición del público mientras dependencias o servicios públicos permanecen cerrados a cal y canto. Para demostrar las afirmaciones, no hay nada mejor que los ejemplos.
Resulta que tengo en la imprenta hace un mes un libro que les vendría muy bien a sus propietarios por falta de trabajo llevarlo a buen término; y que, por mi parte, pretendo presentar dicho libro antes del verano. Y hétenos aquí que no se puede imprimir porque falta el número que debe facilitar el Registro de la Propiedad Intelectual, y este servicio se encuentra cerrado a cal y canto. Después de reiteradas llamadas a varios organismos, nadie ha sido capaz de decirme cuándo abrirá la oficina en cuestión. No se puede continuar con la región paralizada a nivel del funcionariado. Y lo más sangrante de todo ¿sabe el lector cuál es?, pues que todos los funcionarios cobran íntegramente su sueldo estando en casa.
También hoy mismo me entero de que para presentar un documento en el Registro del Ayuntamiento de Oviedo hay que esperar hasta el 8 de junio, con la particularidad de que, cuando llegue ese feliz momento, se debe solicitar cita previa. La política de servicios públicos, hecha tortuga.
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