Los fachas se rebelan en Madrid
Si algo tiene de "positivo" el covid-19 es que el virus asesino no entiende de colores ideológicos, de religiones, ni de ricos o pobres. El covid-19 nos trata a todos por igual; si solo afectara a los pobres sería una crueldad, una injusticia más que sumar para aquellos que apenas si tienen para comer. Quizás por eso de tratarnos a todos por el mismo rasero es por lo que los habitantes del barrio madrileño de Salamanca, uno de los de más lujosos de la capital, donde reside la flor y nata de los más ricos de España, han decidido salir masivamente de sus ostentosas mansiones para manifestarse. Y la pregunta que a uno se le ocurre hacerse es, ¿por qué estos ciudadanos, supuestamente privilegiados, se tiran a la calle a protestar? Y la respuesta la encontramos, según comprobamos en las imágenes que nos ofrecen las televisiones; en su comportamiento incívico y provocador. La mayoría portan la bandera de España, como si esta solo les perteneciese a ellos por ser ricos y ser del PP y de VOX , y para darle una mayor visibilidad a su protesta hacen sonar con fuerza una gran cacerolada, a la vez que corean la frase que les moviliza: "Gobierno, dimisión". Esta crispación de los fachas en el barrio Salamanca de Madrid me recuerda el título de una telenovela que emitió TVE hace ya unos cuantos años: "Los ricos también lloran". Y es que el dinero te puede dar muchas cosas, pero no la salud, esa no hay dinero en el mundo para comprarla. Si se pudiese comprar, los pobres nos moriríamos todos por falta de recursos económicos.
Los ricos españoles del siglo XXI, en su mayoría la derecha más rancia y retrógrada, lloran en primer lugar porque no les gustan nada los nuevos inquilinos de la Moncloa. Los "picapiedras", como ellos llaman en tono despectivo a Pedro y Pablo, "están llevando a España a la bancarrota económica aprovechando la situación de la pandemia del covid-19".
Los fachas del barrio Salamanca les importa un carajo el riesgo de contagio, ellos, los pijos de siempre, se quieren ir a jugar una partida al club de golf o a tomarse unas copas por las terrazas más chic de la capital de las Españas. Ellos no son como el resto de los mortales, o eso se piensan, por eso se pasan por el forro el confinamiento y las órdenes policiales, salen en manada, desafiando cualquier tipo de virus que les prohíba mostrarse como son: unos patriotas, cuyo único objetivo es cargarse el Gobierno de Pedro Sánchez, sea como sea, "antes que termine con España". Estos irresponsables son incapaces de asimilar que el virus asesino no les va a respetar porque las cifras de sus cuentas bancarias estén compuestas de un montón de ceros. La pregunta que uno se hace viendo las imágenes de semejante muchedumbre es bien sencilla: ¿dónde carajos estaban las fuerzas de orden público?, ¿se ha procedido a la identificación de alguna persona?, ¿tendrá que declarar alguien ante un juez por la irresponsabilidad de este grupo de fanáticos de extrema derecha que han puesto en peligro la salud pública de miles de madrileños, y por supuesto a los profesionales de la sanidad? Hoy las redes sociales se han inundado con ilustraciones sobre este lamentable hecho. En una fotografía se puede ver cómo varios científicos trabajan en un laboratorio de investigación, en el pie de la foto se puede leer: "Trabajando por la humanidad". La otra foto es de la manifestación de los fachas madrileños, con este texto: "destruyendo el trabajo de los que investigan". Por algo Madrid es el mayor foco de infectados del mundo. Por personas irresponsables, egoístas e imprudentes. Está muy claro que el dinero no amuebla la cabeza de estos personajes indeseables.
Manuel Díaz Estrada
Forcinas-Pravia
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