La Nueva España » Cartas de los lectores » Poco se puede prometer ya, salvo sudor, dolor y lágrimas

Poco se puede prometer ya, salvo sudor, dolor y lágrimas

20 de Mayo del 2020 - Jaime Llorca Botas (Oviedo)

En este mundo no existe cosa más inefable y más absoluta que la verdad. La verdad está destinada a cumplirse en cuanto es la coincidencia entre afirmación y realidad. Ahora bien, estaremos de acuerdo en que una de sus virtudes no es, precisamente, la manifestación espontánea. La posesión de la verdad –el conocimiento– requiere, en síntesis, ya no solo de un esfuerzo intelectual (limitado y con base, siempre, en otras verdades), sino, en cuanto esta se va acercando al hombre, de una capacidad para sobreponerse a elementos tales como el deseo, la opinión, la conveniencia, el prejuicio y, el más delicado de todos, el sentimiento.

Como el lector habrá podido observar, y si no se lo digo, el título de este texto es fruto de parafrasear una famosa cita de comienzos de la II Guerra Mundial de Churchill: “No tengo nada más que ofrecer que sangre, ímprobo esfuerzo, lágrimas y sudor”. Y he ahí, en la verdad, el valor de Churchill.

Bien, realizado por mi parte el debido esfuerzo e intentando, en todo caso, huir de los vicios citados, me dispongo a decir mi verdad, la única que conozco.

El sistema se cae, ¿hacia dónde?, no lo sé. Pongamos como ejemplo las pensiones, son impagables y cualquier persona con una hoja de Excel puede, fácilmente, demostrarlo (aun aplicando estimaciones macroeconómicas “optimistas”, si cabe).

El conocido como “Estado del bienestar” –nombre cuanto menos discutible– es pura deuda sostenida con tipos de interés artificialmente bajos, estará de acuerdo conmigo el lector en que es completamente antinatural que alguien le deje dinero a otro a interés negativo (el tipo medio de la última letra del Tesoro a tres meses fue de -0,451). Todo tiene, aun encubierto, un coste.

Puestos estos ejemplos, estudiemos al conjunto –la sociedad– como un sistema caótico, que no aleatorio, dada su complejidad (no conocemos ni su posición actual por completo, ni todas las leyes que lo rigen, ni mucho menos su interacción con otros sistemas).

Pues al estudiar los sistemas complejos, como el clima, encontramos que tienden a la estabilidad, y se dan a cierta predictibilidad. Pero vemos que esa estabilidad, cuando se rompe, lo hace de forma abrupta, rompiendo todos los esquemas. Y eso creo que ha sido el coronavirus para nosotros, la rotura definitiva de la estabilidad precedente (que ya venía decayendo).

En base a todo esto, creo que, por conveniencia, se nos miente al realizarnos promesas de futuro tan halagüeñas como las que oímos, y que miente casi tanto el que dice que haría y el que no lo desmiente, como el que dice que hará.

Cartas

Número de cartas: 48999

Número de cartas en Diciembre: 122

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador