Julio Anguita, honradez y compromiso
Más allá de su distanciamiento puntual de Felipe González y de su aparente acercamiento a José María Aznar, Anguita siempre se mantuvo fiel a sus principios, como alcalde de Córdoba, como secretario general del Partido Comunista de España o como coordinador de Izquierda Unida.
Fue, hasta el final, un ejemplo de coherencia, renunciando a su pensión como diputado, pero no renunció a su actividad pública siempre que su presencia resultara útil a sus ideales políticos.
Bajo su mandato, el "Califa Rojo", apodado así por los medios de comunicación de la época, logró que su partido obtuviera los mejores resultados de su historia, con más de un 10% de los votos y veintiún diputados.
Su talante, siempre conciliador, permitió normalizar las relaciones entre los distintos partidos del arco parlamentario, por lo que siempre será recordado.
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