El proyecto Venezuela ya actúa en España
De nada sirvieron las advertencias en Venezuela cuando dijeron que Chávez los llevaría a Cuba. Ni valieron las de los venezolanos que, una vez arruinados, avisaron del peligro que corríamos con Podemos en las instituciones. Decían que Venezuela había gastado muchos miles de dolares en financiarlos para llevar el chavismo a España. "No te dejes, español, abre los ojos", insistían, pero nada.
¿Cómo es posible que unos niñatos criados entre algodones y mamados de odio rojo hayan sido decisivos en arruinar a España para los restos?
En primer lugar, gracias a un PSOE podemizado por el ambicioso Pedro Sánchez, "el impostor"; así lo definió Rubalcaba. Luego, el gran apoyo de las grandes televisiones, todas en manos de progres millonarios que reciben el 95% de la publicidad. Encima, el Gobierno sociocomunista les dio 15 millones de euros para que les laven la letal gestión de la pandemia. Su sectarismo quedó claro en el entusiasmo con que recibieron la llegada de Podemos y el ataque furioso que, desde el minuto uno, le hacen a Vox. Sintonizan con los que siempre traen división y ruina a España y no con los que la defienden. Además, esas teles también son culpables de expandir el virus, pues animaron a ir a las manifestaciones femirrojas del 8-M.
Pero ni el PSOE ni las teles hubiesen provocado la alucinación colectiva sin el millonario patrocinio de los magnates globalistas, que provocan la invasión de inmigrantes a Europa destruyendo su esencia y buscan naciones sin Estado. En eso, España es la más receptiva: ¿en qué país del mundo se niegan el agua entre sí pero dan todo a ilegales que entran zurrando a la Policía? ¿Dónde tragan un lema rojo como "España nación de naciones"? Y, de esos poderosos, George Soros es el más empeñado en destruir a España, para eso financia el separatismo catalán (ya gastó 32.000 millones de dolares en hundir gobiernos) y lo facilita su estrecha relación con Sánchez, que tan pronto llegó a la Moncloa lo recibió en secreto para acatar su plan desestabilizador y de invasión con sus ONG, que, por cierto, exigen al Gobierno regularizar a 800.000 ilegales para cobrar la paguita.
Así pues, no es de extrañar que en el Parlamento Sánchez dijese que España se está reinventando, que la pandemia y los pactos de la Moncloa traerán la gobernanza mundial. Y viendo la criminal negligencia de la gestión sanitaria y la hecatombe económica, revela que a este Gobierno mentiroso lo protegen y pagan muy bien los amos del mundo, pues son sus esbirros útiles para lograr el proyecto globalista. Y por eso, ahora, en España hay colas del hambre, como en Venezuela, porque junto al coronavirus actúa un "rojovirus" endémico que la izquierda inoculó en el cerebro de los españoles desde hace muchas generaciones.
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