Había una vez... un párroco
Hay dos tipos de sacerdotes, los que siempre se arrodillan ante Dios y los que solo lo hacen cuando les interesa. Nada me ha dado tanta pena, dolor y repelús que ver las celebraciones de la parroquia de Covadonga de Oviedo. No sé el Arzobispado de Oviedo a qué espera para llamar al susodicho párroco al orden, o quizá lo más sensato aquí sería que el personaje en cuestión fuera sincero consigo mismo y se dedicara a otra cosa, pues evidentemente como sacerdote es un escándalo y una vergüenza. De verdad, Pochi, te haces un favor y nos haces un favor a todos si te vas. Cásate, es lo tuyo, pero lo de ser cura te queda demasiado grande.
Tú no tienes fieles, sino en palabras tuyas “público”, no celebras lo que manda la Iglesia sino lo que te da la gana... para el teatro tendrás madera, pero para celebrar estás más perdido que un pulpo en un garaje. Viendo que según enuncias la lectura del Evangelio tú mismo respondes: “Gloria a ti, Señor Jesús”, pero si hasta los niños de catequesis saben que eso se dice al final. Bueno y el Viernes Santo y el altar con mantel y flores ya para mear y no echar gota ¿y tú has estudiado en Roma?, pues poco se te ha pegado hijo pues hasta mi abuela que era la sacristana más bruta de los Oscos se sabía eso.
Ya tienes unos años para asentar la cabeza, para dejar de vestir a lo Springsteen y empezar a vestir –ya no digamos de sacerdote que evidentemente te queda grande– pero al menos como un paisano de tus años.
El desprecio que haces de la Eucaristía es total, hasta el punto que ya haces una celebración infantil sin misa –porque claro, eso es un rollo secundario– para centrarlo en lo importante tus cancioncitas, tu guitarrita, tus cuentecitos y tus guiñitos. Sabes lo más triste de todo, Pochi, que no haces parroquia, sino que retroalimentas un monstruo que traerá consecuencias a tu marcha como pasó en los Santos Apóstoles. Al final tú no te ganas al barrio, utilizas el barrio y el destino que tienes para reunir semanalmente a tus fans, la mayoría de niños que hacen la comunión contigo no viven en la parroquia, la mayoría de los que van a tus misas no son de la parroquia, la mayoría de los que bautizas no son de tu parroquia... pero si hasta tus catequistas son de veinte sitios de Oviedo menos del barrio.
Pero claro es normal que te vaya gente, ningún cura en Oviedo bautiza en Cuaresma menos tú, ningún cura imparte la absolución online menos tú, ningún cura dice que si a todo menos tú... ¿No consideras que estás atropellando a tus compañeros sacerdotes?, ¿o es que realmente consideras que tu estilo está por encima de los demás?
¿Por qué no celebras como celebran todos los sacerdotes? ¿Por qué inventas las oraciones y haces esas bufonadas de salir a celebrar en playeros y vaqueros rotos, de cambiar cinco veces de todo de voz, de poner caras y rezar a voces...? ¿Por qué consagras con una sola mano? ¿Por qué tienes tan poco respeto a la Eucaristía para trasladar el Santísimo el Jueves Santo a aquella mesa camilla en un lateral sin reservarlo ni nada sino dejándolo a la vista y luego entrar con los reporteros de la TPA y pasar por delante como si fuera un bote de espárragos? De verdad, Pochito, jamás entenderé cómo te han permitido y te siguen permitiendo todas las barrabasadas que haces, ni siquiera cómo te permiten andar por el Hospital como capellán pero vestido de jovenzuelo enrollado. Los católicos no vemos en ti a un sacerdote católico, sino a un animador de tiempo libre que ha convertido la parroquia en un circo.
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