Quedarnos en casa
Debemos reconocer que nuestra sociedad tiene grandes diferencias respecto a otras. Desde siempre, la cercanía del pueblo español ha destacado alrededor del mundo. Quizá sea por nuestro clima templado o quizá hayamos desarrollado ese carácter gracias a nuestra naturaleza campechana. Sea como fuere, debemos reconocer que nos gusta mucho relacionarnos. Darnos besos, abrazos, compartir una cerveza o un café rodeados de nuestros amigos u organizar una comilona para pasar tiempo con la familia.
También nuestra relación con las distintas generaciones es muy fuerte. Los abuelos están muy presentes en la vida de cualquier persona, pues son lo más parecido a nuestros padres que tenemos. El nexo con nuestra gente es muy fuerte y justo por esa razón la desgracia de esta pandemia se ha cebado con más fuerza en nuestra población.
Ahora tenemos que permanecer confinados para protegernos y proteger a nuestros seres queridos. Seguimos en contacto, a pesar de lo difícil que nos resulta no poder abrazarlos. Sabemos que vamos a ser más fuertes cuando todo esto pase y cada vez somos más conscientes de lo que realmente importa. Que todo esto pase para abrazarnos de nuevo.
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