No todo es tan bonito para las madres
Estas últimas semanas se utiliza mucho el término “conciliar” con respecto a esas familias en las que deben de apañárselas como pueden, mientras siguen teletrabajando (las que pueden) y cuidando a la vez de sus hijos/as que ahora están 24 horas en casa.
“Conciliar” suena muy bien, pero la realidad es bien distinta sobre todo para las madres. ¿Qué soluciones ha ofrecido el Gobierno respecto a todas esas familias que tienen que trabajar y están con sus hijos/as en casa todo el día? ¿Quién cuida de ellos, les hace la comida, les ayuda con los deberes, con las clases online y juega con ellos? ¿Quién acaba renunciando a su propio trabajo para poder cuidar de sus hijos/as? En este caso casi siempre son ellas, las madres. Este hecho sigue poniendo a la mujer en un puesto mucho menor y más invisibilizado si hablamos de igualdad. Este hecho sigue generando a la mujer unos niveles de estrés, frustración y ansiedad muy altos porque cree que no puede llegar a todo y eso lo único que genera es culpa. Una culpa que hace que muchas mujeres no se sientan aptas para ser buenas madres ni profesionales. ¿Esto es conciliar?
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