Mascarillas y ciudadano cabreado
Uno no sabe a qué carta quedarse con este lío de las mascarillas. Resulta que hace días nos comían el "coco" Simón y compañía con que no hacían falta las mascarillas, simplemente manteniendo la distancia era suficiente; ahora resulta que es obligatorio llevarla puesta y, como siempre, amenazan con acciones punitivas, esto supone una pasta para el contribuyente. Este Gobierno mentiroso y miserable debería suministrárselas gratis a los económicamente débiles. Con todos mis respetos, resultan canallescos los cambalaches que se traen entre manos las diferentes formaciones políticas, es vomitivo el mercadeo que se traen firmando, y negando después lo firmado, pactos secretos para asegurar sus inconfesables intereses, aprovechándose de la desgracia de miles de enfermos, de los muertos y de las colas del hambre; dais asco. Sois peor que los carroñeros y tan miserables que os aprovecháis de todos, de los sanos, de los enfermos y hasta de los muertos. Veros por televisión en el Congreso o en el Senado dan ganas de vomitar.
Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto - Georg Christoph Lichtenberg.
Jose Manuel Franco Parro
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