Memeces
No creo que se haya dado otra época como esta en la que hemos sido bombardeados por tal cantidad de “memes” y de idioteces sin par, como para odiarlos de aquí a la eternidad.
A pesar de que no practico ninguna red social, no he podido evitar que cada dos por tres alguien se me acercara con un móvil en la mano para enseñarme la última memez y he tenido que hacer de tripas corazón para no ser descortés.
Mira, mira, el penúltimo meme, ¡qué divertido! Y yo tragándome meme tras meme y tiro porque me toca. Y he acabado tragándomelos todos, uno tras otro.
Como ya estamos superando la pandemia, afortunadamente ha descendido considerablemente la avalancha de bobadas y de estupideces al respecto, pero no hay que bajar la guardia para protegerse de lo potenciales memes que volverán a surgir a la menor oportunidad y que son una epidemia para la que no hay no tratamientos ni vacunas.
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