El pitorreo con Gijón y su estación de ferrocarril
Los alleranos tienen desde la antigüedad acuñado en su zona un dicho popular que reza así: “Onde nun hay panchón, tos riñen y tos tienen razón”. Aquí en Gijón, donde llevo cincuenta años viviendo y en el que me siento gijonés de pleno derecho por llevar más años aquí que los vividos en mi Mieres natal, pasan cosas parecidas a las que los alleranos pretenden denunciar con su mencionado dicho popular.
Resulta que desde hace más de un cuarto de siglo entre el gobierno municipal y el Ministerio de Fomento andan a la greña en discusiones bizantinas por conseguir una ubicación idónea para construir definitivamente una estación de ferrocarril acorde con las necesidades de una población del volumen de habitantes de nuestro Gijón (observen que digo nuestro Gijón; nací en Mieres, pero sin dejar de sentir y recordar con respeto y cariño, mi villa natal, hoy me siento un gijonés más, como cuantos otros hayan podido ver su primera luz aquí), bueno, pues después de años de: ponte bien y estate quieta, aquí no, y allí tampoco, cuando ya creíamos que por fin el lugar idóneo que los responsables de la cosa habían considerado fijar definitivamente en las inmediaciones de lo que fue la antigua estación de ferrocarril, hoy Museo del Ferrocarril; ahora, nuevamente nos salen con que de lo dicho, lo hablado y prometido nada de nada, y que el lugar idóneo será en cierta zona del nuevo barrio de Moreda.
A ver, señores. Yo no sé si mi diccionario estará anticuado y ya no sirve, o que es lo que pasa, pero es el de la RAE, que supongo algo sabrá de cómo denominar a las cosas, y al referirse a “centro”, en sus múltiples acepciones, algunas son tan claras que dicen que “centro” es: un punto o lugar que aproximadamente equidista de los límites de una figura, superficie, territorio, etc. Considerando a Gijón, no solo como ciudad, sino como un territorio, teniendo en cuenta su concejo, yo entiendo que tanto derecho tiene un gijonés de cualquiera de sus puntos cardinales como los de su centro a disponer de una estación de ferrocarril acorde con su tiempo y lo más próxima a su residencia sin perjuicio del resto de ciudadanos. Por tanto, déjense de marear la perdiz, piensen en el conjunto de la ciudadanía, todos pagamos impuestos y nadie debe ser discriminado por intereses, ni políticos ni de otra índole, y, sobre todo, piensen que cuanto más tiempo pasa, además de privarnos de un servicio básico y necesario en la ciudad, están dejando irse por el desagüe de la inflación miles de euros en incremento de costes año tras año.
Ya les vale. Como diría el cómico: “Un poquito de por favor”. Yo añado: un poquito de seriedad. Todos saldremos ganando.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

