Las guarderías privadas necesitan ayuda
Como copropietaria de uno de los centros privados de educación infantil, el viernes 22 de mayo asistí a una reunión con la Consejería de Bienestar Social, de la que dependemos, para que se nos diera una solución a los problemas a los que nos enfrentamos derivados de la pandemia del covid-19.
En primer lugar, pedimos que se nos aclare por qué a nuestros centros se les permite la apertura a partir del 25 de mayo sin que se nos facilite ningún tipo de medida de seguridad a adoptar y se nos dice que si abrimos será bajo nuestra responsabilidad, cuando las escuelas públicas (que dependen de la Consejería de Educación) no reabrirán hasta septiembre a falta de un protocolo exhaustivo de protección frente a los contagios. Consideramos que el trato debería ser el mismo, puesto que nuestros niños y nuestros trabajadores deben tener la misma consideración por parte de la Administración.
CORONAVIRUS
En segundo lugar, si finalmente Bienestar Social decide que no debemos abrir, les pedimos que nos digan qué hacemos con las familias, a las que se les recomienda encarecidamente que no dejen a sus niños al cuidado de personas mayores (más vulnerables ante el coronavirus), por lo que nos necesitan para conciliar en estos momentos en los que tienen que reincorporarse a sus puestos de trabajo. Nosotros llevamos ayudando en la tarea de conciliación mucho tiempo, con horarios más amplios que la red pública y con la apertura de centros en verano.
Y por último, deben tener en cuenta que las ayudas a las que nos podemos acoger no son suficiente para poder mantener nuestros negocios. Desde mediados de marzo, cuando tuvimos que cerrar al decretarse el confinamiento, nuestros ingresos son cero y los gastos continúan (alquiler, luz, agua, impuestos…). Si al final podemos abrir, el aforo que se nos autorice no será suficiente para cubrir gastos, que se incrementarán al tener que comprar los materiales necesarios para proteger al personal y a los niños y acondicionar el centro ante la nueva situación, sin ningún tipo de ayuda por parte de la Administración.
Solo pedimos que no se nos deje atrás, que se nos ayude a conservar el empleo, para poder seguir realizando nuestra labor en favor de la conciliación laboral en las condiciones de seguridad que requiera la nueva normalidad.
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