Yo te propongo...
Ahora que nos encontramos en el período temporal de sustitución de los aplausos al personal sanitario a las 20 horas por la "cacerolada" al malgobierno de las 21 horas; que se anuncia como novedad el incremento salarial a los cuerpos y fuerzas de seguridad (prometido tiempo ha y no cumplido); que se aprueba el denominado ingreso mínimo vital como prestación permanente no contributiva del sistema de Seguridad Social; que siguen sin abonarse las prestaciones de desempleo de alrededor de 900.000 trabajadores; que se ha levantado desde el día 1 de junio la suspensión de los procedimientos administrativos pero continúan cerradas las oficinas de la Administración pública y que, en fin, se concede a los sanitarios el premio "Princesa de Asturias" de la Concordia (que espero no acuda a recoger el Sr. Illa, dicen que ministro de sanidad), quiero proponer un reconocimiento a estos últimos menos moral pero más tangible.
Yo te propongo, Sr. Presidente del Gobierno, el abono de una retribución extraordinaria a todos los trabajadores de la sanidad que han estado enfrentándose a la pandemia del covid-19, retribución que saldría de reducir al 50 por ciento del salario de todos los servidores públicos (desde los miembros del Gobierno hasta los conserjes de institutos, pasando por los parlamentarios nacionales y autonómicos, jueces, fiscales, funcionarios de Hacienda, de la Seguridad Social, del SEPE, etc.) que no hayan trabajado durante el estado de alarma, es decir, durante los 100 días que se extienden desde el 14 de marzo hasta el 21 de junio, según parece última prórroga del mismo. Dado que no existen ERTE para la función pública, creo que, de una parte, es muestra de solidaridad con quienes han constituido la primera línea de resistencia de la pandemia; solidaridad material puesto que me temo que solamente de los aplausos no se vive; y de otra es de extrema generosidad pagar la mitad del sueldo a quienes no se lo han ganado.
Estoy seguro de que la adopción de tal medida de recompensa merecería general aprobación y te invito, Sr. Presidente a someterla a referéndum.
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