Vergüenza
¿Cómo se puede calificar el espectáculo bochornoso que produce el Parlamento español cada vez que se reúne? ¡Vergüenza! Y menos mal que no están presentes todas sus señorías por aquello del virus. Pero las salidas de tono, el provocar broncas, los regates al reglamento preguntando una cosa y hablando de otra, la falta de propuestas y alternativas a los problemas reales de la ciudadanía a la que presumen de representar rayan en lo esperpéntico y es muy descorazonador para los que creímos en un nuevo país en democracia, por la que lucharon tantos hombres y mujeres.
En una situación grave, gravísima, de una sociedad enclaustrada por una pandemia y sin conocer todavía el alcance de la grave crisis económica que tenemos encima, las ocurrencias pasan por la manifestación del 8M (fijación antifeminista), el cese de un alto cargo de Interior (potestad del ministro como en anteriores ocasiones), si el padre por luchar contra la dictadura es terrorista (así hay un montón), si se pacta con etarras (cuando es un partido legalizado), etcétera.
Pero abordar lo ocurrido en las residencias de mayores con una mortalidad trágica no, tomar medidas para que afectados por los ERTE no tarden tanto en cobrar, tampoco, y evitar que estos se conviertan en ERE; por qué no se cubren todas las demandas de aplazamiento de hipotecas, ni mirarlo; las ayudas al alquiler que no llegan a todos los afectados, para qué; adoptar medidas para prevenir otra epidemia o ver qué se hace con los sanitarios que voluntariamente ayudaron contra el covid-19 que ahora se les envía para casa, y tantas cuestiones necesarias para que esta nación recupere el pulso y evitar esas colas del hambre, personas durmiendo en la calle o niños que van sin cenar a la cama.
Y eso es tarea del Gobierno actual, totalmente legítimo (con sus errores) por estar elegido en las urnas, pero también de la oposición que solo acude a la Constitución para arrimar el ascua a su sardina, pero tiene igual responsabilidad en este momento histórico que determinará la herencia que dejaremos a las nuevas generaciones. Si no entienden esto váyanse y no nos hagan perder el tiempo con próximas elecciones, porque denigran la palabra "democracia" o sea, el gobierno del pueblo a través de sus representantes.
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