Al final del baile, todos sin máscara
Nunca me introduciré en las redes, porque sería presa fácil del pescador en río revuelto; no, yo soy un bacalao libre y por eso, precisamente por eso, puedo soñar. Soy un enamorado de la amistad, un enamorado de mis amigos, y a veces hasta de algún enemigo y después pago cara la osadía. Esta noche he soñado que avanzaba despacio del brazo de mi amada hacia el ocaso de una vida hermosa. Sonaba “Can’t help falling in love”, la balada de Elvis Presley, mientras mis amigos, elegantes, con el broche de una sonrisa silenciosa, decían sin palabras ¡cuánto te quiero! Pero... –siempre hay un pero–, faltaban aquellos a los que intenté conquistar sin conseguirlo, y... rodaron dos lágrimas por ellos y por mí. ¿Por qué no lo conseguí? Si me faltó ciencia puedo disculparme, pero si me faltó corazón, no. Me despierto sudando, y trato de encontrar a mi otro yo, que rápidamente lanza sobre mi mente como una ayuda singular, todos los avisos, todos los discursos que han declarado la verdad en el espacio abierto, todos los esfuerzos enviados a una misión imposible, pero necesaria. Sí, eso me calma en parte, pero no logro sosegar mi espíritu. “No, tú no les has fallado, ellos no te quisieron, asúmelo con la razón”, me reprocha este primero entre todos mis otros yos. “Te has pasado la vida molestando con la verdad del sistema y la verdad de Dios, jorobando con el sentido de la responsabilidad, clamando por la justicia, y... ofreciendo un amor distinto... raro, no apadrinado por el sistema. Muérete ya de una vez y muérete en paz, quienes te quieren te querrán eternamente, ¿por qué eres tan ambicioso?”. ¡Padre!... “No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia” (Isaías 41:10).
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

