Una buena práctica griega
En un libro de Historia que recoge algunos episodios y tradiciones de la cultura griega leo que, en su afán por alcanzar progresivamente una democracia más plena, los atenienses eran convocados una vez al año en la plaza del mercado para emitir un voto especial. El objetivo no era otro que evitar caer de nuevo bajo el yugo de las tiranías, que tiempo atrás habían gobernado despóticamente sus vidas. Y así, provistos de un trozo de arcilla –astrakon, del que ha derivado el término «ostracismo»– escribían en él el nombre de cualquier persona que, a su juicio, consideraban un peligro para la democracia legalmente establecida. Luego del recuento de votos se proclamaba el hombre del –en este caso perdedor– que era enviado por diez años al exilio. Y ahora confiesen que están pensando en lo mismo que yo. ¡Qué útil y qué sano ejercicio de poder ciudadano y qué lástima no poder hoy recuperar esta tradición! Porque, pienso ¿qué país, en su sano juicio, se va a ofrecer a acoger a tanto mangante en su territorio sin asumir el riesgo de la expoliación de sus recursos? ¿Diez años? Aquí les ha sobrado la mitad para dejarlo en siniestro total. Y sin despeinarse.
Ramón Esteban González
Luarca
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo