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Alumnos, encierro, pensamientos y agradecimiento

29 de Junio del 2020 - Charo Vázquez (Oviedo)

Empiezo esta carta de agradecimiento a mis alumnos, a los que les dedico estas líneas de este pequeño escrito porque una de mis alumnas escribió un mensaje tan bonito que no puedo dejar pasar la ocasión de agradecerle sus palabras, que fueron estas: "Por saber explicarnos las cosas de forma divertida y que a la vez lo entendamos bien y sobre todo por hacernos entender que todos valemos mucho y que podemos conseguir lo que nos propongamos".

Quiero que sepáis que solo con estos pensamientos que plasmáis en el correo el ánimo que nos proporciona es tal, que nunca podréis entender lo que supone para nosotros, pues llenan nuestro trabajo de algo especial. Nuestra única finalidad es intentar hacer que las vidas de estos hombres y mujeres del futuro sean mucho mejores y que esta temporada estudiando os bendiga con una juventud y una madurez en la que un trabajo os permita poder llevar una vida normal y más tarde criar unos hijos y nunca jamás tener que depender de una paga o un salario social, sino de vosotros mismos; queremos conseguir también que adquiráis unos valores en vuestra conducta y en vuestro comportamiento.

La diferencia entre una persona y otra -con las mismas competencias, en cualquier lugar donde la vida nos coloque o donde nosotros elijamos estar- la marca la forma de actuar y de ver la vida. Yo siempre les digo que son mis hijos durante al menos nueve meses de los doce que tiene el año, y lo digo de verdad, a mí me hace sentir más su cercanía.

Es cierto que cada día me sorprenden un poco más. Siempre pensamos, yo al menos sí, que no conseguimos enseñar nada, que son un tanto desastres, y a veces sí que lo son, y mucho. Pero esto es uno de los tantos "pluses" de la edad adolescente, que ¡muchísimas veces los convierte en in-so-por-ta-bles y que nos gustaría a-se-si-nar-los o atarlos-a-un-poste y ponerles un cu-bre-bo-cas-con-loctite-incorporado, para que dejen de dar la lata! Pero al final, todo sale a la luz y no son tan horribles porque son conscientes de todo lo que se trabaja cada día con y por ellos, ¡sus padres también!

Contar con el apoyo y la buena sintonía de sus padres, el control de las tareas mejora de manera exponencial, simplemente porque de la unión entre padres y centro el que sale beneficiado es el alumno. Sin su ayuda, nuestro trabajo habría sido bastante más difícil de llevar a cabo en estos últimos tres largos y "concentrados" meses.

A los pocos días de ese correo llegó otro de otra alumna, y te emociona pensar que estos críos tengan esta sensibilidad en el alma y que se den cuenta de todo lo que el centro les ha apoyado. Pondré alguna línea de este otro correo, que te hace ver qué tipo de seres humanos tenemos por alumnos: "Sé que me vas a decir que descanse durante el verano, lo haré. Pero descansar no me impedirá aprender e investigar sobre algunos aspectos. También aprovecharé para estudiar para prepararme para el año que viene, pero sin agobiarme".

A veces se generaliza, yo lo hago, lo confieso, sobre los jóvenes, que si son todos iguales, que menudo comportamiento, pero más tarde me doy cuenta de que la realidad es en su gran mayoría distinta a la que pensamos los adultos, siempre preocupados de que caminen por la senda recta, en la que todo es perfecto y los lleva a un gran futuro. Estos pensamientos son los que tienen los padres sobre sus hijos, que no fallen en sus vidas, que sean lo más felices que puedan, y los adultos tanto los protegemos que ellos se sienten ahogados.

De todas formas, a los chavales se os pide que entendáis todo el miedo y el dolor que tienen por vosotros vuestros padres y las personas que os quieren y, en caso de que las cosas no os fueran bien, que sepáis que los adultos siempre estarán allí donde y cuando sea necesario para ayudaros a salir a flote.

Este curso que ya en breve acabará -por fin- me ha enseñado muchas cosas a nivel personal. Me ha enseñado a ser paciente con vosotros, a esperar a que vuestros trabajos lleguen a mi correo; me ha enseñado a daros el tiempo que necesitéis para que cada uno, yendo a vuestro ritmo, me enviéis lo que toque. Esto lo aprendí de otra alumna: "Ya te lo envié todo, muchas gracias por entenderme y darme ánimos"; es que a veces nos pierde, al menos a mí, el currículum, acabar el libro, revisar para el examen, cuando lo realmente importante es hacerles ver cuán importante es su trabajo diario. Estos alumnos han madurado de una manera grandiosa, algunos no tanto, pero ya están en el buen camino, tras haber pasado unos meses en un encierro sin fin. Todo se acabó, de momento, y ellos son más fuertes, nosotros estamos ilusionados por sus cambios, a mejor de muchos de ellos. Creo que la coordinación con ustedes, sus padres, funcionó bastante bien.

He de apuntar algo importante para vosotros, los alumnos; en estas vacaciones no os olvidéis de que, aunque habéis trabajado mucho la gran mayoría, tenéis que revisar aquellas partes de cada materia que lleváis más "de aquella manera", porque no os queda más remedio. Recordad que solo vosotros os ponéis el límite de hasta dónde queréis llegar, si al piso que está en el bajo o al ático. Esa es vuestra responsabilidad y de nadie más, nunca lo olvidéis. El futuro que vayáis a vivir cuando seáis adultos, y os prometo que no queda tanto como pensáis, estará siempre en vuestras manos, la vida se hace a la vez que se vive, no hay ensayo como lo hay en el teatro. Hay que luchar por vuestros sueños.

Construid una vida que merezca la pena vivir no tiene que ver ni con tener dinero, ni joyas, ni posesiones, tiene que ver con la felicidad. Si somos felices y amamos a quien tenemos al lado y ayudamos a los menos favorecidos por la vida, os aseguro que veréis la belleza, la bondad, la alegría, el amor; el corazón de los demás se rendirá ante vosotros, ¿sabéis por qué?, porque sentirán que, con vuestro ejemplo, ellos también serán capaces de transformar su vida en algo mejor.

Vosotros, ya a estas alturas, recordaréis cuánto me gusta Oscar Wilde, así que, igual que si estuviéramos en el aula, voy a terminar con algunas de sus célebres frases, llenas de sarcasmo:

"Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante", es decir, hay que tener claro que la felicidad dura un instante, y que ese instante nos inspira y nos ayuda a seguir viviendo, a pesar de las dificultades y de los disgustos que la vida nos "regala" bastantes veces.

"Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe", este pensamiento nos invita a vivir, no solo a ocupar un lugar en el mundo.

"Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida", es decir, que para querer a los demás, tenemos que querernos a nosotros mismos primero. ¡Veis cómo esta frase no era mía! Así que ya lo sabéis, es una obligación y además la única manera de amar a los demás y que nos amen los otros, si les da la gana, porque no es obligatorio.

Unas recomendaciones cinematográficas no pueden nunca faltar en un escrito de este tipo, pues una película en la que se ve la valentía y el arrojo quizás nos ayude a cambiar un poco el mundo, pero sobre todo a nosotros mismos. Allá va la primera:

"En busca de la felicidad", película inspiracional por antonomasia. Basada en la vida real de Chris Gardner, un hombre humilde que invierte sus ahorros en un negocio que parece no dar muchos frutos. Sin embargo, de repente... Tenéis que verla porque realmente merece la pena.

"Billy Elliot", esta película inspira a ser y pensar diferente y a perseguir nuestros objetivos hasta el final. Billy Elliot es un chico que ama el baile, su sueño es convertirse en bailarín de ballet profesional. Su padre se opone a esta práctica, pero el fuerte deseo de Billy, de tan solo 11 años, lo llevará a... Hay que verla, ¡él, cabezón hasta el final!

De postre, como está reciente el Día Internacional de la Música (21 de junio), os dedico a vosotros, alumnos, a los que va dirigida esta carta, y a ustedes, lectores, la celebración de "La Fiesta de la Música", que comenzó en Francia en 1982 y se instituyó como celebración europea en 1985, Año Europeo de la Música. Cada solsticio de verano, el 21 de junio, la Unión Europea celebra una jornada destinada a promover el trasvase musical entre territorios y el intercambio cultural. El objetivo es promocionar a los músicos aficionados para que salgan a tocar a la calle. También se organizan una serie de conciertos gratuitos para que el público pueda disfrutar de sus artistas favoritos. Esta fecha, 21 de junio, es una referencia a las fiestas paganas dedicadas a la naturaleza o a las cosechas, desde la Antigüedad, entre las cuales encontramos las fiestas de San Juan y otras fiestas populares, donde un gran fuego estaba encendido toda la noche del 21 de junio. Ese fuego lo deberíais tener encendido siempre en vuestros corazones, queridos alumnos.

Como además es el inicio del verano, nada mejor que Vivaldi para poner fin a esta carta que os dedico a vosotros, que no se nos olvide. Fiaros siempre de vuestros enseñantes, quered mucho a vuestros padres, y hacédselo saber. Aquí os dejo el enlace a "Las cuatro estaciones", "El verano": https://www.youtube.com/watch?v=f_pjH2b808w

Un gran abrazo a todos y a vuestras familias también.

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