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¿De quién es la culpa?...

28 de Enero del 2009 - Fried Emery Kayode d'Almeida Benin (Pola de Siero)

Para todos, el pollo es un alimento cuyo coste no es muy elevado y que la gente consume de forma habitual. Para algunos, la vida del ser humano, "homo habilis" y único "animal pensante" (hasta ahora) tiene un valor todavía aún menor que el pollo; puesto que se matan por razón de Estado o por algún motivo diferente. Es en parte lo que está ocurriendo entre dos territorios vecinos, Palestina e Israel.

Da exactamente igual de que árabe odie al judío, o que sea el judío quien odie al árabe. Pero quiero llamar la atención sobre un peculiar hecho: por definición, el sistema internacional es "un conjunto de Estados soberanos que entretejen unas relaciones bastante regulares para que la actuación de cada uno sea un motivo necesario en el cálculo que preside la actuación de todos los demás estados".

Yo considero que Palestina es un Estado dotado de soberanía ya que es un espacio dirigido por dos gobiernos, uno de "Al Fatah" y otro de "Hamas" (¡vaya bacalao!). Y cuando algunos individuos palestinos descontrolados de aquellos gobiernos, y armados hasta los dientes, se esconden en la población para luego enviar centenas de cohetes fulminantes (armas de guerra), hacia el territorio vecino israelita. En este caso el sistema de Derecho Internacional permite al país agredido Israel defenderse. Pero, la cuestión es: para defenderse, Israel tiene derecho a provocar un holocausto en Palestina sin ser acusado de crimen contra la humanidad, cuando solo dos o tres personas mueren de su lado. ¿De quién es la culpa en realidad?

La verdad es que ni Israel ni Palestina son responsables de esas desgraciadas situaciones, sino que la culpa es de la ONU, o sea del sistema internacional a través de sus planteamientos. Israel no es culpable por ejecutar sin juicio a las centenas de inocentes palestinos, puesto que está aprovechando de "los vacíos jurídicos" de los reglamentos de la ONU. Palestina tampoco es culpable por llamar la atención "a su manera" al mundo entero sobre su situación precaria y sin dignidad en un planeta en el que se habla de mundialización o globalización; situación humillante que ningún ser humano merece vivir.

No solo el mecanismo financiero-económico mundial necesita un cambio, sino también el sistema internacional. No vamos a esperar cuando Francia, Alemania, Japón o China... etcétera ataque algún día militarmente a los EE UU, ocasionando una probable III Guerra Mundial (¡Ojalá no ocurra! por eso ya estoy tocando madera), para empezar a hacer algunas reformas del sistema a fin de que sea más creíble y respetado por todos. Claro, la realidad me lleva a pensar que ese cambio será difícil de realizar puesto que el sistema necesitará la aprobación de todos los países del mundo sin excepción. Cada estado seguirá buscando en cada Cumbre Internacional sus intereses, así los países poderosos seguirán siendo fuertes y los débiles seguirán con sus debilidades.

Al día de hoy nuestro planeta ya ha dejado de ser bipolar para ser multipolar; cada mundo que sea occidental, árabe, negro... etcétera intenta e intentará dar voz para existir, vivir y sobrevivir, provocando así la famosa expresión del proesor Samuel P. Huntington "el choque de las civilizaciones"; y según él "los choques entre civilizaciones representan la principal amenaza para la paz en el mundo, pero también son en el seno de un orden internacional (...), el pretil más seguro contra una guerra mundial".

Creo que al final, ante el caos internacional la mejor manera de ser o de vivir, es pasar por la coexistencia y el consenso sin tener en cuenta nuestras diferencias culturales a fin de evitar otro tipo de conflicto más tremendo y violento nunca conocido hasta ahora.

¡Estimados lectores! Estaréis de acuerdo conmigo si deseo para todo el mundo que este año 2009 nos traiga el menor número posible de conflictos armados y una solución duradera para esa zona del planeta.

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