Vida de cine
Me voy a referir primero a los magníficos artículos de D. Julián Marías que leíamos no hace tanto en la tercera de "ABC". Le encantaba el cine y hacía críticas como si fuese un gran cinéfilo que escribía sus guiones, la historia que iba a contar y el arte de dirigir a los protagonistas mandando desde la cámara.
Nos dijo un día en su crónica semanal que la vida debe tener un sentido (la nuestra propia), pero no tenemos muy claro cuál es. Esto lo digo yo, quizá sea encontrarlo (el sentido). Dijo alguno más, pero Julián Marías decía, ahora hablando de la vida, que hay que tener un argumento (una metáfora de cine), un guion, es decir, un camino que se sigue como una tendencia haría algo sin lo cual la vida queda en el aire volando como una golondrina que tiene alas pero no sabe para qué sirven en su vida pequeña y rutinaria. Hay quien se dedica al arte, hay quien hace música y tiene una vida musical y armónica, hay quien le gusta subir a las cumbres y vive pensando en los montes y los mapas.
Pero a mí lo que me parece una buena metáfora es lo de tener un argumento en la vida y quizá irlo mejorando añadiendo personajes, entendiendo hechos que nunca esperábamos y hemos tenido que incluir en el guion sin alargarlo demasiado para que no se haga pesado. Hemos de saber pasar página si así se requiere en nuestra película o dejar que la página se nos vuele como la golondrina pues llega otro tiempo y el tiempo en el cine como en la vida es quizá lo más importante. La acción debe ir con las palabras y los movimientos de los protagonistas, debe retenerse, estancarse en un momento dado para empezar otra vez sin que se note, atar cabos. Hay un estilo que debe notarse, que nos une al director que al fin y al cabo se hace protagonista si inventa, si acepta que le quitan ese papel o que se lo cambian y a pesar de todo siga rodando hasta el final que el mismo desconoce. Películas dentro de otras que no se sabía quién había inventado el guion, quizá una pequeña golondrina que vuela entre los focos cambia todo pues todo en el cine es un misterio. Es lo que tiene de interesante la magia que pasa volando para que todo sea igual como cuando empieza y salen los protagonistas como si nada con las manos en los bolsillos. Como en la vida, trajeados impecables, a la moda de cuando se hizo la película, es curioso que también van así los espectadores esa tarde. El cine es un misterio como la vida, como el personaje que representamos y que llega a hacernos como es él o ella. Sin conocer el final.
Mercedes Cavestany
Gijón
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