La Nueva España » Cartas de los lectores » Yo también soy de Mual/Moal

Yo también soy de Mual/Moal

15 de Junio del 2010 - Ignacio Martínez Alonso (Oviedo)

Hace unos días salió publicada una carta en La Nueva España que venía a ser el colofón de un intenso debate en internet en un blog llamado «Moal, puerta de Muniellos» sobre cómo tiene que escribirse el nombre de un pueblo de Cangas del Narcea que está situado en la entrada del valle de la Reserva de la Biosfera de Muniellus.

Me llamo Ignacio Martínez Alonso (Naciu’l Riguilón) y nací en el pueblu de Moal en 1962.

A mí nadie me preguntó nunca cómo se escribía el nombre de mi pueblo. En los letreros, a la entrada y a la salida del pueblo, y en los mapas siempre vi escrito «Moal», pero nunca escuché pronunciar a mi madre, a mi abuela, ni a nadie mayor que yo el nombre de mi pueblo tal como venía escrito en los letreros. Esto es normal, si tenemos en cuenta que tampoco nadie nos explicó nunca que era asturiano la lengua que hablaba mucha gente del lugar (sobre todo los más ancianos o personas no escolarizadas, como mi abuela Rosaura). Ésta fue una realidad que nunca se reconoció y que al ir a la escuela se corregía drásticamente castigándonos y diciendo simplemente que estaba mal hablado.

Yo soy consciente de que en mi pueblo aún conviven las dos lenguas, aunque con status muy diferentes. El caso es que leyendo las declaraciones y comentarios de algunos «papudos» (gentilicio de los nacidos en Moal) parece que esa realidad lingüística no existe, que no son conscientes de ella o, simplemente, no la quieren reconocer. Parece que en Moal nunca se habló asturiano y que, desde luego, ya no hay nadie que lo hable. Yo, cuando voy a mi pueblo a ver a la familia o a dar una vuelta por los pueblos de los alrededores, procuro hablar siempre en asturiano, el que aprendí allí. Claro, con la gente que lo habla, o con los que, aunque no lo hablan, sé que me entienden; y lo hago siempre procurando no forzar situaciones violentas, porque sé que con el tema del asturiano hay mucha gente reticente y otra que tiene miedo a que se puedan reír de ella. Por eso, dependiendo de con quién esté hablando, utilizo un asturiano más coloquial, mezclado, o castellano también coloquial.

Por lo que veo, hay personas que viven en Moal y no se enteran de que aún hay gente que se expresa en una lengua que no es el castellano y seguramente piensan también que esa gente no sabe hablar bien. Lo malo es que muchos de esos que siguen hablando en asturiano tampoco tienen conciencia de ello.

A mí me duele mucho reconocer que a estas alturas del siglo XXI estemos así y ser consciente de que ahora somos nosotros los que nos automarginamos y autorreprimimos. Ya no podemos echarle la culpa a nadie. Somos nosotros los que renegamos de lo nuestro y nos avergonzamos de nuestra lengua y de la cultura de nuestros padres y abuelos.

Yo no invento nada, cuando hablo o escribo en asturiano; simplemente, no reniego de mi cultura y hago honor a mis antepasados tratando de dignificarla y dar continuidad al legado cultural que nos trasmitieron. Con ello no pretendo herir los sentimientos de nadie ni tampoco interferir en la libertad de otras personas que, teniendo los mismos orígenes tienen una visión social y cultural muy distinta. Yo no impongo nada a nadie, pero también pido respeto, dignidad e igualdad para mí y para la gente que vivió siempre la realidad lingüística asturiana desde la marginación. Pero parece que esta reivindicación, siempre pacífica, hay gente que la interpreta como una imposición y que va en contra de sus derechos fundamentales, sin tener en cuenta que los únicos derechos que se vulneraron hasta ahora son los de los asturianos que hablan asturiano. No sé por qué, pero hay gente que sigue negando una realidad lingüística aunque la tenga en casa.

Toda esta trifulca alrededor de cómo tiene que escribirse el nombre de un pueblo vuelve a poner sobre la mesa el tema del bilingüismo en Asturias y de cómo se están desarrollando las políticas de normalización del asturiano por parte de la Administración y la Academia de la Llingua Asturiana. No quiero entrar aquí en el debate de hasta dónde habría que llevar nuestra lengua, ni en las pautas y criterios de normalización del asturiano estándar, ni tampoco de cómo se está llevando la política de escolarización, pero ejemplos como éste dejan bien claro que no se están haciendo bien las cosas, sobre todo en la zona suroccidental de Asturias, donde la gente no se siente representada y se desvincula de todo este proceso normalizador.

Para mí, el gran problema de fondo es que seguimos teniendo vergüenza de lo nuestro y esta vergüenza nos impide reconocernos y admitirnos tal como somos, haciéndonos renegar, por absurdos complejos, de la lengua y la cultura de nuestros padres y abuelos.

Pienso que a estas alturas todos deberíamos tener bien claro que en Asturias conviven varias lenguas, aunque con status y reconocimiento muy diferente. Si no partimos de esta realidad, hay discusiones que no nos llevarán a ningún lado.

Volviendo al tema del nombre de mi pueblo y partiendo de la convivencia de las dos lenguas, hay que tener en cuenta también que cada una tiene unas características propias y unas soluciones normativas distintas. En asturiano occidental existen sonidos como la «x» o la «l.l» que no hay en castellano, y vocales intermedias entre la «i» y la «e», y entre la «o» y la «u», que tampoco se dan en castellano. Y el caso es que el nombre de mi pueblo se pronuncia con la vocal intermedia entre la «o» y la «u», pero más cercano a esta última; y los que pronuncian «Moal» no hacen otra cosa que leer y pronunciar la versión castellana que siempre vieron en los letreros, en los mapas y en los documentos oficiales. Pero esta razón yo defiendo y reivindico la opción «Mual» como grafía en asturiano, pues entiendo que es la que más se acerca a la pronunciación real, y pienso que los topónimos sólo tienen una manera de escribirse. Dicho lo dicho, huyendo de radicalismos tontos y siendo consciente de que las nuevas generaciones probablemente estén más acostumbradas a pronunciar «Moal», por lo que ya se dijo anteriormente, considero que lo más sensato sería mantener las dos formas: «Mual» para la forma asturiana, y «Moal» para la forma castellana, porque hoy, sí es verdad, ya se pronuncia de las dos maneras.

Me parece muy bien que la gente se una y defienda sus intereses, exprese sus opiniones y haga valer sus derechos (ya podía hacerse más a menudo), pero en todo este debate hay posturas muy encastilladas y radicales que no comparto y descalificaciones que no me gustan nada. Los derechos y libertades de unos no pueden levantarse sobre la marginación de otros.

Haya salud.

Cartas

Número de cartas: 45916

Número de cartas en Septiembre: 20

Tribunas

Número de tribunas: 2080

Número de tribunas en Septiembre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador