Poner una pica en Flandes
Europa se une en un acuerdo histórico como nunca en hacer frente a “los desastres de la guerra” dejados por el enemigo coronavirus que trata de aplastarnos con sus bayonetas de alto calibre, sin unión ni control ni inteligencia, como los bárbaros que también quisieron hacerse los amos del mundo y aunque el nombre no le honra no fue malo todo lo que hicieron en países europeos no propios, según el historiador filosófico Julián Marías, que vio algo que no era toda la verdad en el nombre de bárbaros.
Pedro Sánchez, nuestro ahora presidente, y feliz por lo logrado, él y su Gobierno, pertenecemos a la vieja Europa joven ahora al unir nuestras fuerzas contra el enemigo, la pandemia y sus secuencias que nos dejaban en minoría de seguir sin atolladero adelante.
Hemos ganado terreno, aunque debamos mantener la distancia con la mente en la cercanía en un presente que esperamos eterno, hoy por ti, mañana por mí. Como un cielo que atardece pero no llega a irse para poder cubrir nuestras cabezas, quietos, lúcidos, serenos de borrasca en alta mar.
Hoy nuestro barco ha girado varias vueltas, gracias, señor presidente. No soy periodista, no soy socialista (aunque algo seamos todos los demócratas), pero sí soy española y europea. El aplauso es hoy para todos los que hacen la unión y van con la cultura remando, aunque de momento no se nos vea las caras. Hemos puesto una pica en Flandes.
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