Los celos y los motivos
Cuando a alguien se le pregunta si es celoso o celosa, generalmente responde que no lo es, pero añadiendo, casi siempre, la coletilla: “Bueno, no lo soy si no hay motivos”.
Y cuando a mí se me pregunta si yo lo soy respondo categóricamente que no, aunque sé de sobra que sí lo soy, y mucho, pero nunca lo he manifestado. Y no lo he hecho porque creo que mostrarse celoso con alguien tiene un doble efecto negativo. Porque dejamos al descubierto nuestras debilidades y porque estamos invadiendo la libertad del otro, convirtiendo la relación en una servidumbre, cuando no en esclavitud.
Por ello hay que ir por la vida simulando que no somos celosos para evitar los conflictos aunque nos cueste luchar contra un instinto o un sentimiento, quizás inevitable.
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