Errare humanum est
Y también es humano pedir disculpas cuando se comete una equivocación como la que tuve al escribir una carta sobre las "Meditaciones de Marco Aurelio", que tan elegante y educadamente corrigió Ramón Alonso Nieda y a la que también se ha referido Antón Corostola.
Al Sr. Alonso Nieda le agradezco su puntualización, y al Sr. Corostola, su sentido del humor para tratar este tema. De ambos he aprendido.
Y a LA NUEVA ESPAÑA, agradecerle también la publicación de mis cartas y disculparme por esta equivocación. Intentaré evitar nuevos errores, y si los cometo, espero unas críticas tan amables como las que he tenido a propósito de Marco Aurelio y sus "Meditaciones", de las que informaré a mi amigo y profesor Álvaro, a quien también pediré disculpas por este "lapsus".
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