Sobre el "libro de estilo" de la RTVE
Hace pocos días escuché que el último Consejo de Administración de la RTVE había aprobado, por unanimidad, la reforma y actualización de su "libro de estilo" cuyas pautas han de seguir todos los profesionales de la Corporación. La noticia ha sido poco divulgada pero me parece de interés. Caben destacar diversos compromisos adquiridos: exigencia del rigor informativo, la calidad, la investigación y comprobación de datos, ofrecer contrastes de información y otras opiniones, no entrometerse en la intimidad de los ciudadanos, no servir de portavoz pasivo a personajes públicos o privados, comunicar a la audiencia que en tal o cual rueda de prensa no se ha admitido realizar preguntas, no ofrecer señal en directo a actos políticos, captar imágenes y discursos según criterio periodístico....
Creo no equivocarme si me permito aseverar que todos los medios de comunicación disponen de un instrumento similar que recoge las normas que han de regir a la hora de informar y expresar opiniones. Pero seguro que acierto si afirmo que no soy la única persona en pensar que dichas normas o bien no se aplican o son francamente mejorables. No me refiero sólo a los usos expresivos utilizados sino a los comportamientos y modos de ejercer su labor de ciertos profesionales de la información.Así es como, por ejemplo, no pocos medios merecen, por nuestra parte, que se les aplique adjetivos que conllevan una connotación peyorativa: prensa "amarilla", "sensacionalista", "partidista", "tele-basura",etc... Y ello provoca, por lo menos a lo que a mí respecta, desapego hacia los medios en general y sobre todo desconfianza en la profesionalidad e independencia de los trabajadores de la información.
El contenido del "libro de estilo" de la RTVE hace que me reconcilie con este medio en particular y que vuelva a confiar, de paso, en la profesión de periodista y en los periodistas en general. Es cierto que algunos "informadores" y "colaboradores" se otorgan a si mismos el título que no les corresponde y dañan a menudo- no por carecer de titulación, que no se trata de esto, sino por sus actitudes- la imagen profesional del periodista. Otros se ven obligados a hacer malabarismos para ser sinceros consigo y con nosotros y a la vez " no morder la mano que les da de comer" . Y todos se autoproclaman independientes.
Hago votos para que los profesionales de la RTVE cumplan con los compromisos que acaban de tomar y que cunda el ejemplo, por higiene democrática.
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