El ayuntamiento de Llanes permite que se arrasen los bufones de Pría
Los acantilados y bufones de Pría, junto con la playa de Guadamía, conforman uno de los espacios naturales más bellos de la costa asturiana, que es disfrutado cada año por un gran número de personas. Para acceder a ellos hay que atravesar parte de un núcleo rural, por una calle estrecha y sinuosa (en algunos puntos no llega a 3 metros de anchura), para desembocar en una pequeña rotonda desde la que se baja a la playa o se entra en otro camino que conduce directamente sobre los acantilados. Las condiciones de acceso son penosas, peligrosas para los usuarios que se desplazan andando no digamos para niños, ciclistas, personas mayores, etc.- y constituyen una trampa sin salida para los vehículos que no caben y van atascando la calle y el pueblo. No existe ninguna señal de tráfico, como sería preceptivo, que indique a los automovilistas que se dirigen a un lugar sin salida, y sin sitio donde dejar el coche.
Para solucionar este problema, al Ayuntamiento de Llanes se le ocurrió otra cosa, en una zona que es no urbanizable de protección de costas, con una playa catalogada como natural (máxima protección ambiental), zona ZEPA Y LIC según directiva europea, etc., que ensanchar el camino desde la playa hasta los acantilados (para que puedan aparcar los coches a lo largo del mismo) y construir al final sobre ellos un aparcamiento. Los efectos benéficos de esta solución no se hicieron esperar: desaparición de la capa vegetal en miles de metros cuadrados de terreno, apertura incontrolada de caminos, escombros, bufones usados como papeleras, destrozos de cierres de fincas, etc.
Contento por haber encontrado una solución al problema, solicitó a la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio (CUOTA) el permiso que necesitaba (al ser un suelo protegido, sin ese permiso, el ayuntamiento NO PUEDE hacer la obra según la legislación vigente), y la realizó sin esperar a que se lo concediese. ¿Se imaginan el final del cuento?. La CUOTA le deniega el permiso, como indican el sentido común y la ley, pero el ayuntamiento ya la había hecho sin él y, por si fuera poco, con subvención del Principado. En el colmo de lo kafkiano, Costas denuncia al Ayuntamiento por razonas obvias y la denuncia está ¿perdida?, ¿de viaje? hasta que una asociación vecinal de Llames de Pría la reactiva al denunciar el mismo hecho. Como resultado de todo lo anterior, al Ayuntamiento de Llanes se le abre un expediente sancionador del que trata de escapar solicitando la legalización de la obra. De esta forma quiere evitar un cierre de expediente que le pudiese obligar a devolver la zona a su estado natural. ¿Se legalizará lo ilegal?. ¿El ayuntamiento seguirá incumpliendo la ley al permitir el paso de vehículos hasta los acantilados? ¿La alcaldesa seguirá teniendo a gala que ella no recibe a las asociaciones vecinales?. Se lo contaré, si me dejan, en otra ocasión. Todas las afirmaciones anteriores pueden consultarse en Ordenación de Teritorio (expediente SGDU-OT 278/2004 Ayuntamiento de Llanes), previa petición de permiso.
César Alonso Argüelles, secretario de la Asociación de Vecinos "Llames de Pría"
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