Vagabundeo y enfermedades mentales
Cuando comenzó la llamada «reforma psiquiátrica», en la que se cerró el Hospital Psiquiátrico, antes de que hubiese los medios necesarios para sustituir su necesidad de asistencia, se habló bastante de la repercusión que esta medida tenía en el aumento de personas «sin techo» en nuestra región. Naturalmente el argumento se discutía entre las dos posturas encontradas de partidarios de una y otra postura.
Ahora, que aún no está acabado el sistema para atender la demanda de los psicóticos crónicos de una manera adecuada, se acaba de publicar un estudio científico de metaanálisis (estudio y evaluación de resultados de otros estudios), con cinco mil cuatrocientos ochenta y cuatro enfermos, de veintinueve investigaciones distintas, dirigido por el doctor Fazels y publicado en la «Review and Meta-Regression Analysis», 2008, 5, 225. En él se llega a la conclusión de que el alcoholismo, la drogadicción, las psicosis, las depresiones crónicas y los severos trastornos de personalidad están presentes de una manera muy clara en una mucho mayor proporción de personas «sin techo» que en la población general. El estudio no entra a aclarar si es antes el huevo o la gallina, si la enfermedad lleva al vagabundeo o éste a la enfermedad. Pero a efectos prácticos tanto da. Es necesario centros asistenciales psiquiátricos para enfermos crónicos y es preciso apoyar más a los que se dedican a ayudar a estas personas –digamos Calor y Café o en albergue Cano Mata, por ejemplo– para que su labor benéfica pueda ser más eficaz.
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