El señor Arjona vuelve a las andadas

Mi antiguo discrepante el Sr. Arjona, don Javier, en esta misma sección del diario LA NUEVA ESPAÑA, a la que en su escrito de fecha 28/01/2019 tildó de "genocida" por el hecho de invitar al Sr. Bush, expresidente de un país con el que mantuvimos y mantenemos acuerdos y relaciones cordiales con presidentes tan distintos como González y Aznar, o Zapatero y Rajoy, invitar, digo, a un Campus Internacional en Oviedo al que en otras ocasiones fueron invitados y acudieron Gorbachov y Simón Péres, vuelvo a decir, el Sr. Arjona vuelve a las andadas.

En su escrito del 1 de octubre "La desmemoria, la mentira, la injusticia" propicia que testimonios y documentos se pongan al servicio de la verdad de lo ocurrido en nuestra reciente historia (80 años) tras el golpe de Estado franquista.

Los motivos que aduce son mis alegaciones a su anterior escrito "Avilés y la memoria", del 20 de septiembre, y empieza definiendo con generalidad a quienes no coincidan con él:

"Y hay por supuesto negacionistas y detractores que proceden siempre de quienes se han beneficiado del estado de cosas generado por la dictadura". Aunque es general, como me ha citado dos veces en su escrito, me doy por incluido en la cita. Para que no dude más, me presento:

Tengo 85 años, soy hijo de un gruista del puerto de San Juan de Nieva-Avilés, nací y me crie en el pequeño poblado de la margen derecha de la ría que coloquialmente llamamos "San Juan del lao de allá". Hasta que yo cumplí 20 años no disponíamos de agua corriente, electricidad ni carretera. Nuestra carretera era la ría y a remo. Por eso cinco chavales, casi niños, de allí fueron campeones de España en Bilbao, en batel de banco fijo. Para educarme, mi padre trabajaba "día y noche" y en vacaciones a las cinco de la madrugada yo estaba en la mar, a remo, pescando calamares que servían para ayudar a mis padres al pago de la matrícula, la estancia y los libros de texto. Hice una carrera financiada por mis padres con sacrificio y otra en Barcelona financiada con mi trabajo. Después financié la carrera de mi hermano diez años más joven que yo.

A pesar de lo expuesto, la noche que murió Franco yo dormía en Barcelona en un hotel de cinco estrellas, por motivos de trabajo. Me trasladé a Madrid en el primer vuelo de la mañana, pues estaba casado y con una niña y estaba preocupado. En Barcelona y Madrid todo estaba en calma. Todos los valientes que aparecen ahora ganando la guerra de hace 80 años debían de estar dormidos.

Despejada la primera intención del Sr. Arjona, ahora a lo mollar, evitándolo (cuarta acepción de la RAE).

Tengo la impresión de que este señor tiene dificultades para interpretar la palabra escrita, o miente para que sus escritos le salgan redondos desde el punto de vista de su ideología, que, fuertemente implantada, se convierte en enfermedad. Le recomiendo que intente curarse. Miente cuando expresa que a mí la búsqueda de la Verdad, con mayúscula, quiere esto decir "su verdad", me trae siempre malos recuerdos. Lo que me trae malos recuerdos es el ocultamiento, pues jamás ustedes reconocen lo ocurrido antes del 37, cuando murieron tantos españoles como después, asesinados por miserables criminales por odio y envidia. Estos no existen para ustedes. Como usted recuerda el cabo de Peñas, allí fue despeñado el Sr. Wes, fundador y primer director de un diario hermano, de corte liberal, y su hijo tuvo que esconderse para que no le ocurriera lo mismo. El Sr. Wes antes de ser despeñado "visitó" la Quinta de Pedregal, era antes del 37. En el Candás que usted cita, aborrezco lo que ocurrió con "les Candases", reniego de sus asesinos y no olvido que antes asesinaron al joven artista Antón por ser culto y creyente: este no interesa. Su sobrino Alberto, ya fallecido, y yo fuimos compañeros de Bachiller y amigos. Tampoco olvido a quienes asesinaron a las enfermaras de Somiedo, a sus enfermos, al médico y al cura. Eso para usted no es verdad, no le conviene porque estropea su escrito.

A mí la verdad no me asusta, porque la reconozco, usted solo reconoce su Verdad, con mayúscula.

Miente cuando afirma que yo he criticado las jornadas que usted patrocinó. Lea mi escrito, no deje que se lo lean. En mi escrito no hay una sola palabra de crítica.

Jamás he desvirtuado al historiador que escribió sobre Pedro Menéndez, lo que me llama la atención es que, llegando tan lejos en esto, no vea y relate lo ocurrido en la Quinta antes del 37, cuando el Frente Popular la incautó y la convirtió en "checa". Eso tampoco es verdad para usted.

Si lo que yo expreso, en su criterio, es ilegal y por tanto delito, estamos más cerca de lo que yo creía del "exprópiese, deténganlo, múltenlo" de la república con la que usted sueña. Gracias por advertírmelo.

En su segundo escrito del día 2, continúa mintiendo, afirma que no quise acudir al evento público del gran teatro de Piedras Blancas, y usted no me conoce y nunca arremetí en este diario ni en ningún otro contra ninguna iniciativa democrática ni vulgaricé hechos históricos, solo recuerdo lo que usted olvida y no justifico la represión franquista, léalo bien, la rechazo y rechazo la venganza especialmente.

Los lectores pueden encontrarlo en mis dos escritos de fechas 29 de septiembre "Quinta de Pedregal" y 30 de septiembre "Liberado Avilés" y compararlo con lo publicado por don Javier Arjona. No se trata de comparar ideas, sino información. Es usted muy rápido y veo que no utiliza el plural mayestático, estoy seguro que existe, pero le están engañando. Con respeto, pero sin compartir su Verdad ni su ideología, buenos días.

NOTA: Quien seguro no asistió al gran teatro fue la viuda de mi primo que vive al lado del gran teatro pues su padre fue fusilado por elementos del Frente Popular, conocidos, y eso no entra en los planes del evento.

No me opongo a algún tipo de recordatorio, figurando todos, pero entiendo que no hace falta, ya lo solucionaron Carrillo y Fraga, personajes más preparados y con más información que nosotros, e incluso con más divergencias ideológicas, y pasó hace 80 años.