Gobernar. Dominar
He copiado y pegado del diccionario.
Gobernar: ejercer la dirección, la administración y el control de un Estado, ciudad o colectividad.
Dominar: tener e imponer la supremacía (en cuanto al poder, la autoridad, la fuerza, etcétera) sobre algo o alguien.
Puede que algunos solo vean en las definiciones de ambas palabras diferentes collares para el mismo perro. Otros, un leve matiz que las diferencia. Yo veo un abismo entre el significado de una y otra.
No considero, para nada, tener que desmenuzar en la forma en que lo haría Descartes y analizar y comprender cada una de las mínimas partes, para así poder comprender el todo. La diferencia entre las acciones de dirigir, administrar, controlar y las de tener e imponer la supremacía en cuanto al poder, la autoridad, la fuerza, salta a la vista. Por si no fuera suficiente, basta con centrarse en sobre qué el ejercicio de estas acciones. En el primer caso, sobre un Estado, ciudad o colectividad. En el segundo, sobre algo o alguien.
Algo es todo y alguien somos las personas. El dominador quiere ser el dueño de todo, no permitirá que tú seas dueño de nada. Y ni con eso se conforma, tú eres una persona, ¡también quiere ser tu dueño!
Esta es la síntesis de la política en España. La derecha quiere gobernar, la izquierda quiere dominar.
La derecha respeta. Acude a su trabajo con traje y corbata. No va a destripar terrones ni a dirigirse a ellos, va a desempeñar, con personas y dirigido a personas, el trabajo político que le corresponde.
La izquierda quiere dominar y para dominar no hay que respetar. Va en mangas de camisa, emulando, desvergonzadamente, al trabajador que en verdad ha de ir en camisa porque así se lo exige el tener que ganarse el pan con el sudor de su frente. Y si se pone la corbata, es para pavonearse, con otros de su catadura, de que ellos están por encima de cualquier convencionalismo. Y de todo y todos los demás, por supuesto.
Y lo verdaderamente terrible es que la mitad de los españoles no ven lo que salta a la vista.
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