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Ministerio de Desigualdad: error tras capricho

13 de Octubre del 2020 - José Viñas García (Oviedo)

Lo dicen y se quedan tan panchas: "A igual trabajo, igual salario entre hombres y mujeres", dicen que están a la vanguardia de Europa en materia de medidas para la igualdad salarial.

Primero, esa desigualdad no viene marcada por ser hombre o mujer, salvo en las administraciones públicas que todos cobran igual, salvo las diferencias por responsabilidad.

Por mucho que insistan y aprueben medidas al respecto, cada empresa es (o debiera ser) libre de marcar sus propios baremos o parámetros en cuanto a rendimiento y productividad sin mediar género que valga por el medio. Solo faltaba que Irene Montero impusiera jefaturas, direcciones o salarios de empresas privadas por vía de género. Ya está bien de sufrir cuotas, cremalleras, arribismo y enchufes de ineficientes solo por tener que cubrir una paridad en listas electorales, partidos, gobiernos o administraciones públicas, para ahora deshacer el principio de independencia y libertad empresarial. Por cierto, cosa que no hace en su Ministerio: la mayoría son mujeres. Tragarla a usted es suficiente, tragar con sus hipocresías sería de idiotas.

Esta ministra de cargo regalado (precisamente por esas cuotas) nació ayer, no dio un palo al agua en su vida (su currículo es un año cajera de una empresa de electrodomésticos) y pretende inventar el mundo. Aquí ya entra Pedro Sánchez, ya de antemano jamás debiera devaluar ministerios nombrándola a ella, ahora debiera cesarla de inmediato.

Hablar en general de mismo trabajo: mismo salario es como mínimo atrevido. Imaginemos a Irene de cajera en esa empresa en la que trabajó un año; durante ese año ella facturó por su habilidad y rendimiento el doble que "las o los" demás compañeros, ¿debiera pagarles igual el empresario a los demás, o quizás merecería un plus ella misma por ser más eficiente? No sé, se me ocurre que todo es una pérdida de tiempo, cualquier empresario no podrá ser denunciado por pagar más a un empleado que a otros salvo por injusto proceder, pero jamás por razón de sexo, más bien por seso y capacidad.

Es más, los más torpes jamás pueden igualar a los eficientes, pueden darles lo mismo pero sería injusto a todas luces, sea entre mujeres y hombres, o entre ellos mismos. Cosa bien diferente sería que "la o el" que menos gane tenga suficiente salario para mantener un principio de dignidad en cuanto a subsistencia.

Tenemos encima un lío tremendo que nos causa el coronavirus, el ver este tipo de proceder en algunos ministerios es entretenernos a todos, sobran, son innecesarios.

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