Una vida intachable
"El fundador del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, el fallecido José María Naveiras Esacanlar, más conocido como 'Pepe el Ferreiro', no será nombrado hijo predilecto del concejo mientras gobierne el actual alcalde, el socialista Eustaquio Revilla" (LA NUEVA ESPAÑA, 8 de octubre). Es la tercera vez que vengo a estas páginas para defender al Ferreiro. Lo conocí (e incluso le hice algunos encargos) cuando era un joven y original artesano que tenía su fragua-taller detrás de la arboleda del ferial de la villa.
¿Qué le impide al Consistorio grandalés otorgarle su predilección al "fundador del museo etnográfico más importante de España? "Para optar a ese reconocimiento hay que tener una conducta intachable toda la vida y ese requisito, en ese caso, no se cumple". Lo dice el alcalde, el socialista don Eustaquio Revilla. "Una conducta intachable toda la vida": uno se pregunta si el Alcalde no confunde un expediente municipal con un "proceso de beatificación", para lo que el Vaticano dispone de uno de esos ministerios que allí llaman "dicasterio" y lo gobierna un cardenal.
¿Qué "tacha" le imputa monseñor Revilla a Pepe el Ferreiro? "No recibió bien su cese". Un cese instigado por el propio Alcalde en connivencia con una Consejería llamada de Cultura. El Alcalde y la Consejera cesaron a Naveiras con modales tan "intachables" que "no pudo volver a entrar en el complejo para recoger sus objetos personales". Y al Ferreiro, qué carácter, no le sentó bien. ¡Como para declararlo predilecto!
La Consejería que cesaba a Naveiras tenía el museo de la Campa hecho unos zorros, como un almacén de desguace, y a Asturias plagada de "aulas de interpretación" tan pintorescas y prescindibles como la de la fauna glacial en Onís o la de interpretación del lobo en Belmonte, donde, por lo visto, te enseñan a aullar para que el animal te entienda. Pepe el Ferreiro lega a Grandas un museo de primerísimo orden, obra genial de toda una vida. Qué le dejará Eustaquio Revilla cuando se jubile, aparte de esos rencores mal digeridos. Revilla preside el gobierno grandalés desde hace diecisiete años; ahí donde lo tienen es, sin duda, el alcalde predilecto de los grandaleses.
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