La Nueva España » Cartas de los lectores » Cerrar podrá mis ojos...

Cerrar podrá mis ojos...

16 de Octubre del 2020 - Ramón Alonso Nieda (FUENTES- ARRIONDAS)

"Murió Falo". Así hablamos aquí; con dos palabras, despachada una vida de 90 años, un siglo de historia y de memoria. No puedo conformarme con esas dos palabras; Falo Cueto fue para mí un amigo singular en el sentido radical de único. A pesar de que hemos vivido nuestras vidas sin apenas saber el uno del otro. Sabría Falo que los Alonso Nieda, de Mesariegos, eran un montón de hermanos, y por fuerza conocería más de cerca al que fue diez o doce años alcalde de Parres. De mí, probablemente ignorara mi existencia.

Por mi parte, me sonaba el nombre de Falo Cueto como el más notorio de una familia notable de comerciantes y propietarios rurales. Un tercio del Monte de Mesariegos les pertenece; aunque al parecer, hablando con propiedad puesto que de propiedad hablamos, habría que decir que el Monte de Mesariegos son los dos tercios de Picu Moru que no pertenecen a los Cueto. Vivía yo a mil quinientos quilómetros y venía por Arriondas de pasada, unos días en Navidad. En esas ocasiones, los inevitables bricolajes en casa de mis padres me llevaban a la ferretería de Falo, una tienda de cine donde encuentras las cosas más inverosímiles y donde se sigue tratando al cliente con una simpatía y una paciencia antiguas que debieran ser declaradas patrimonio inmaterial de humanidad.

Hará cosa de diez o quince años, me empezaron a llegar mensajes de que Falo leía con avidez y fruición las breves prosas que uno publicaba aquí y allá, como a salto de mata. Eso despertó en mí el deseo de encontrarme con él y agradecerle ese reconocimiento suyo tan espontáneo y gratuito, siendo el elogio una planta más bien rara. Cruzábamos un día el parque de la Llera, cada uno a su camino, cuando nos vimos a distancia. Dudamos, nos acercamos y hablamos. Habló Cueto, sobre todo.

Me fui con la certeza irreversible de que mi forma de escribir, lo que llaman estilo, había dado con el lector que buscaba; y que algún valor tendría ese estilo cuando merecía el aprecio de persona con tan vastas y contrastadas lecturas, memorialista, archivador, "cronista de Parres avant la lettre, antes de Fran Rozada, primer cronista oficial" (como lo expresó acertadamente otro parragués ilustre). Desde entonces, no habré escrito media página sin el pensamiento de fondo de que "esto le va a prestar a Falo".

Supe en febrero, en vísperas de un viaje, que Falo estaba enfermo, y tuve ya un mal presentimiento. Lo encontré con tubos, dormido o dormitando. Dije algo y Falo sonrió con aquel sonreír suyo que era más una sonrisa de los ojos. ¿Me habría reconocido? Me sacó de dudas un e-mail o un wasap de don Amaro: "Estuvo Ramón a verme, me dijo Falo". Sobrevino luego el confinamiento con su sombrío cortejo de soledades y aislamientos. No hemos vuelto a vernos.

No reirá Falo esta vez con lo que escribo. Se reirá de mí viéndome escribir tan confundido, torpón con las palabras como a quien le toca repartir y no acierta a barajar. Sabe que no puedo permitirme salir del paso con los manidos "Siempre en el recuerdo", "No te olvidaremos nunca"; porque ese siempre y ese nunca, transidos de caducidad, valen a lo más por un adiós o un hasta luego. Falo Cueto, amigo tan poco frecuentado y tan querido, me siento tan mortalmente triste con tu muerte que enmudezco para pedirle al poeta palabras con vocación de eternidad: "Cerrar podrá mis ojos la postrera / sombra que me llevare el blanco día / y podrá desatar esta alma mía / hora a su afán ansioso lisonjera; / mas no de esotra parte en la rivera / dejará la memoria en la que ardía".

Cartas

Número de cartas: 49013

Número de cartas en Diciembre: 136

Tribunas

Número de tribunas: 2176

Número de tribunas en Diciembre: 4

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador