Payos y gitanos, hermanos
Un gran acontecimiento nacional y mundial ha sido la celebración del Día de la Mujer el 8 de marzo, todo un día para la historia. Resulta vergonzoso que la mujer tenga que salir a la calle para pedir una igualdad con el hombre en el trabajo, pensiones y derechos. En todo, sin discriminación alguna. Y, sobre todo, acabar con esa violencia de género, criminal y machista por parte de hombres cuya vileza debiera excluirles de vivir en nuestra sociedad, amén de aplicarles el máximo rigor de la ley. En esa multitudinaria manifestación feminista, entre otros gritos se oyó este: “El mundo es nuestro”. Claro que sí, sobre todo mañana, porque, como aquí hemos dicho en más de una ocasión, llegará un día en el que la mujer gobernará el mundo, que entonces será mejor y más habitable. Y la paz una realidad.
Y en esta manifestación femenina observamos algo muy importante que vamos a destacar y comentar, y es que en esta coyuntura reivindicativa de la mujer fue aprovechada por un colectivo feminista gitano para hacer suya también la reivindicación de igualdad con el mundo payo, que desde la noche de los tiempos considera al mundo gitano como una raza inferior y hasta despreciable que hay que marginar y tener alejada de nuestra sociedad. Que es una sociedad injusta y soberbia, cursi, ridícula, a la que le está cayendo ya el sombrajo de la suficiencia y tontería, porque la vida y el tiempo todo lo cambian o se llevan por delante. Y la sociedad, hoy, todos nosotros, tenemos que reconocer y admitir que no hay payos y gitanos, sino españoles y hermanos hijos de una misma madre que es España.
En este día de reivindicación feminista, hemos de decir y destacar que la mujer en el mundo gitano es cuidada y respetada, y en él no hay violencia de género, sino todo lo contrario. Y las uniones matrimoniales a su estilo son un ejemplo de amor y fidelidad. Y en esto nos dan ejemplo a los payos. Por otra parte, la mujer gitana está ya, destacadamente, en la música y el canto, teatro, cine, arte, literatura y, políticamente, en el Senado y Congreso. Y con ejemplaridad.
Payos y gitanos, hermanos. El día que esto se consiga plenamente, España será mejor y diferente.
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