La Consejería de Medio Rural pide ayudas para la caza
Podemos pensar que este cuadro insólito de avalar la caza social que tradicionalmente, con gran dificultad de gestión, se práctica en Asturias, sugiere una actitud de colaboración. No obstante, sería interesante reflexionar sobre algo cuya consecución parece especialmente atractiva, por considerar que la historia de las relaciones entre la Administración autonómica y el sector cinegético asturiano nos advierte de situaciones ilustradas de ejemplos concretos cargados de desencuentros que, la sensación que se tiene, casi siempre, han penalizado a este último. Esta es la perspectiva con la que es conveniente mirar las relaciones entre el sector cinegético asturiano y la Administración. Lo que resulte de todo esto habrá de verse a la luz.
Es interesante destacar que desde el Ejecutivo regional, un responsable del nivel del Consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, conocedor de la realidad objetiva de la problemática por la que atraviesa el sector de la cinegética en Asturias, y la deriva de lo que supone su extensión trasladada a la sociedad en su conjunto, haya expuesto, según lo publicado en un medio de comunicación y opinión generalista, sus intenciones de querer "ayudar a la caza asturiana y favorecer la sostenibilidad de las sociedades del sector para que no desaparezcan los cotos". Cuestión que, en principio, es de valorar y tener en cuenta. La verdad es para estar gratamente sorprendido por este tipo de iniciativa fuera de lo común.
Lo cierto es que un importante número de organizaciones cinegéticas asturianas se encuentran en estado de emergencia, tratando de ajustar gastos para evitar la quiebra, por lo que la ausencia de una respuesta positiva a la crisis económica que padecen en ningún caso sería una opción. Está en juego mucho más que la recuperación en conjunto de nuestras organizaciones cinegéticas, se trata de su propia supervivencia. Tienen que llegar para ella los encajes necesarios. La caza asturiana no puede, de ninguna manera, vivir de espaldas al logro de las subvenciones que tanto florecen para otros gremios, en ciertos casos, supuestamente sin determinar en concreto causas o razones suficientes que lo justifiquen. Son muchas las cosas que pueden perderse, de seguir persistiendo en el empeño de "mirar para otro lado".
Es fundamental crear las condiciones que garanticen de manera realista y creíble la sostenibilidad futura de las sociedades locales de cazadores tal como las conocemos, no solo la adopción transitoria de medidas oportunas para hechos en concreto. Una Asturias huérfana de estas organizaciones, supondría un fuerte gravamen de consecuencias impredecibles para la senda de la estabilidad presupuestaria de la Administración pública regional. Y lo peor es que lo saben.
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