Bolivia, la tercera rebelión
La historia larga de lo que hoy es territorio del Estado Plurinacional de Bolivia es profusa en rebeliones, siendo la más recurrente la liderada por Tupac Katari y Bartolina Sisa contra las imposiciones de la colonia española 239 años atrás.
Parece ser que uno de los militares que reprimió esa rebelión fue Murillo, que pocos años después participaría en los hechos que propiciaron la independencia, y por ello la plaza central de La Paz, donde están el palacio presidencial y el Congreso, lleva su nombre.
Ahora otro Murillo distinto está teniendo una fugaz fama represora, como ministro golpista, y como amenazante instrumento de la también efímera dictadura que había dado al traste en noviembre pasado con el gobierno de uno de los hijos políticos, y aimara como él, de Tupac Katari.
Las elecciones de este domingo en Bolivia, en contexto de normas impuestas por los golpistas, podrían considerar una tercera rebelión, de entre las ocurridas en este siglo.
La primera fue la "guerra del agua", en el año 2000, impresionante sublevación popular que le dio la vuelta a la privatización del agua de Cochabamba, (con participación en el despojo de la Abengoa española) con leyes decretadas ya que incluían "también el agua de lluvia", razón del título de la película de Iciar Bollaín que menciona colateralmente esa batalla por el bien público.
Cochabamba y sus Aguas del Tunari contagió positivamente a las Aguas del Ilimani, con movimientos que impidieron la privatización del agua en La Paz y otros lugares.
La segunda fue "la guerra del gas", rebelión popular contra el regalo del gas boliviano a empresas extranjeras, que tuvo su fervor mayor en El Alto de la Paz y el altiplano que llega hasta el Titicaca.
El Alto de Pie-nunca de rodillas, lema de los sublevados, da nombre también al libro del mexicano Luis A. Gómez, que fuera en su día presentado en el club de prensa de LNE e incluso editado en parte en Asturias.
Esa segunda rebelión no solamente impidió la venta barata del recurso natural, sino que de resultas de la masacre mandatada por el presidente de entonces, el "gringo" Goni, Sánchez de Losada, la indignación popular se extendió por el país entero y el presidente acabó huyendo a los EE UU, que se ha negado reiteradamente a su extradición.
Las víctimas fueron muy numerosas y uno de los abogados que tuvo un papel relevante en su defensa, logró varios años después, una sentencia esclarecedora con cárcel para los militares y ministros de aquella matanza: Rogelio Mayta, que en los días previos a las elecciones ha estado compartiendo un pequeño programa por redes sociales con el periodista Luis A. Gómez, este último desde la India.
En dichos programas-conversatorios siempre anunciaron la contundente victoria del MAS en los comicios.
Rogelio Mayta había sido invitado por Evo Morales a ser candidato a senador en las elecciones de 2019, pero el golpe de estado le dejó sin estrenar escaño.
Sí, en situación de golpe a la democracia, el "retorno" que anuncia esta elección del 18 de octubre bien puede considerarse otra rebelión de las gentes bolivianas, que no aceptaron la represión, que no consintieron en asumir el miedo y el terror de los golpistas, que defendieron sus simbologías y culturas, atacadas ferozmente por los grupos empresariales que, aunque les iba bien en los gobiernos de Evo y habían incrementado sus negocios, querían más, y lo querían con "gestión blanca", no de indígenas, y de ahí la ferocidad de los ataques a las culturas, a las vestimentas, a las sensibilidades, a la wiphala que aunque es de origen indígena, había sido asumida en la nueva Constitución como simbología complementaria del Estado.
Y la wiphala, de nuevo, ha salido victoriosa.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

