En apoyo del arzobispo de Oviedo
Sr. Arzobispo Monseñor Fray Sanz Montes supongo que desde el 30 de enero en que tomó posesión del cargo hasta el día de hoy habrá podido comprobara lo que se parece nuestro paisanaje a nuestro paisaje. Clima lluvioso y húmedo, que llega a ser cansino por repetitivo; falta de una luz clara que alumbre y esclarezca el panorama tan hermoso, pero tan dado a la morriña-. Y sobre todo crisis, mucha crisis, paro, gente empobrecida, resentimientos del pasado muchos resentimientos, tenemos una de las pocas catedrales al que les falta una torre por falta de constancia y dinero para terminarla- con una revolución y la consiguiente represión a nuestras espaldas, amén de la guerra civil.
Monseñor, si se siente usted incómodo en la diócesis no se autorreproche nada, simplemente es víctima del clima de Asturias, de su paisaje y de su paisanaje. Pero sepa que mucho fieles rezamos por usted todos los días, para que en su batalla de cada día encuentre fortaleza y paz para sacarla adelante. Y no se preocupe por los reproches, si al Maestro lo llamaron Belcebú que no harán con sus domésticos más queridos. Desde aquí trasladarle mi fidelidad y la seguridad de que las críticas a su persona y a la Iglesia están definitivamente desnortadas (como el defender matar a los niños, que desde que hay ecografías en color y tridimensionales, ya nadie, de buena voluntad puede negar que lo que se mata es un niño, pero habría mucho que hablar de eso y a lo mejor no me lo publican) tanto como que la Iglesia aporta muchos miles de millones al estado o que pongan una x para marcar la financiación de los partidos políticos y sindicatos.
En fin, Monseñor, habría tanto que hablar, -pero a lo mejor ya me pasé y no me publican la carta- que es una contestación a la de don Emilio López Gómez de Grado, y una misiva de bienvenida cariñosa y respetuosa para usted, para que se sienta como en su casa a pesar del clima, de su paisaje y de cierto paisanaje.
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