Sigamos ocupados debatiendo para no pensar
El futuro terminológico de las supuestas hamburguesas parece ser un tema crucial para la Unión Europea. Estos días el Parlamento Europeo discute dos enmiendas que pretenden prohibir el uso de palabras como "hamburguesa", "salchicha" o "escalope" para productos de origen vegetal.
Pero detrás de esta aparente guerra por las palabras se esconde una guerra mucho más peligrosa: la de las industrias cárnicas. Desde hace años, la política de la Unión Europea ha abogado por apostar por una regulación que evite la confusión al consumidor. Sin embargo, los términos propuestos para sustituir la hasta ahora llamada hamburguesa vegetal, generan más confusión. Poniendo como ejemplo algunas de las propuestas: "Disco vegetal" o "cilindro vegetal", podemos comprobar que estas sí generan más confusión al consumidor.
Mientras que el término clásico: hamburguesa vegetal no perjudica a la industria cárnica, ya que hasta la fecha no conozco a ningún consumidor que haya comprado una hamburguesa vegetal engañado, pensando que era carne, esta nueva nomenclatura sí perjudicaría el atractivo de las empresas plant based, generando un impacto negativo en sus ventas, lo que se traduce en pérdidas para su negocio.
Las aparentes pequeñas decisiones que perjudican a las empresas que intentan revertir la contaminación producida por las empresas cárnicas impactan de manera directa en el futuro del planeta Tierra, nuestro hogar, que está siendo destruido poco a poco por la deforestación, la contaminación, el uso excesivo del plástico y otras muchas cuestiones que sí deben ser tratadas en el Parlamento Europeo, porque a día de hoy el cambio climático no es un problema, sino una emergencia. Pero mientras el planeta se destruye, nosotros sigamos ocupados debatiendo, así no tenemos tiempo para pensar en lo realmente importante.
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