Amnesia histórica selectiva, Noreña
El jueves 22 de octubre, leía en LA NUEVA ESPAÑA la entrevista telefónica que le hicieron a don Andrés Perelló Rodríguez (Buñol, Valencia, 1960), que daba en Avilés una conferencia enmarcada en las jornadas sobre memoria histórica.
A la pregunta de: ¿por qué es importante apelar a la memoria histórica?, decía: “No se puede vivir sin memoria. Me choca mucho cuando hay gente que dice: ‘Olvidemos el pasado’. Cuando una persona tiene alzhéimer, la gente siente compasión de ella; y a la vez, esa misma gente da discursos que parece que quieren llevar a la sociedad a enfermar de olvido”.
La RAE dice: “Amnesia: pérdida o debilidad notable de la memoria”.
Este mal debe de estar, desgraciadamente, adueñándose de todas las personas de España, porque usted mismo, siendo valenciano, seguro que sabe y no olvida lo que allí sucedió durante la Guerra Civil.
Según Paul Preston, “Príncipe de Asturias” y catedrático de Historia Contemporánea Española, entre otros méritos, en su libro “El holocausto español odio y exterminio en la guerra civil y después”, en un apéndice gráfico, pág. 820, señala la represión franquista y republicana por provincias de la época 1936 -1939, y, por lo tanto, de Valencia con los siguientes datos:
Castellón - Represión franquista 1.052 personas.
Castellón - Represión republicana 1.031 personas.
Valencia - Represión franquista 3.128 personas.
Valencia - Represión republicana 2.884 personas.
Alicante - Represión franquista 742 personas.
Alicante - Represión republicana 1.005 personas.
Cierto que la represión franquista duró hasta 1975, y carezco de datos, pero esto no es motivo para que solo se quiera descubrir las fosas donde fueron asesinadas las personas contrarias al franquismo y se haga desaparecer las placas con los nombres de los asesinados por la represión republicana, que en algunos casos no se sabe dónde pueden estar sus restos. ¿Para olvidar?
“La ley 52/2007 de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”, no dice explícitamente que solo se reconocerán a los represaliados del franquismo.
¿Solo padecieron persecución y violencia los defensores de la República?
¿Es necesario eliminar el recuerdo de los represaliados por la República?
¿Son diferentes unas víctimas y otras?
¿No va siendo hora de que todos reconozcamos los errores cometidos que ocasionaron tanto dolor y desgarro en miles de familias españolas?
En Noreña (Asturias), mi pueblo, fueron asesinadas 34 personas desde el 18 de julio del 36 hasta octubre del 37, cuya placa en su recuerdo se retiró el 31 de marzo de 2015 esgrimiendo la ley llamada de “Memoria Histórica”.
Controlemos nuestra inteligencia emocional, desterremos odios, rencores, venganzas que solo cada uno individualmente puede realizar, si quiere.
Señor Perelló, ¿cree que deberíamos tomar ejemplo de un pueblo, también valenciano, Bocairent, que en la fachada del Ayuntamiento puso una placa a todos sus hijos e hijas que perdieron la vida en defensa de sus ideales, para que ninguna guerra los separe?
Dicha placa está escrita en valenciano en los siguientes términos:
“El Poble de Bocairent a tots els fills i filles que van perdre la vida en defensa dels seus ideals.
Que cap guerra ni batalla torne a separar-nos.
Que la fraternitat, la pau i la justicia estingen sempre present entre nosaltres.
Que el futur ens proporcione dies d’harmonia, germanor i fe en un mon millor.
Bocairent, juny 2010”
Poner, no quitar, concordia, no discordia, unir, no separar, paz, no discusión permanente, reconocimiento para todos. En Noreña, conozco al menos tres personas que tienen familiares asesinados por republicanos y franquistas.
Es justo y legal que se rehabilite a las familias represaliadas por el franquismo, pero también es justo y legal no olvidar ni desterrar el recuerdo de las familias represaliadas por la II República, idealizada, “Defensora de la Libertad y Democracia”, ya que esta no fue tan defensora del respeto a la libertad individual, ni del pluralismo democrático, como se nos quiere hacer creer, al menos, en los tiempos que precedieron a la Guerra Civil. Para mayor aclaración se puede leer “El camino al 18 de julio. La erosión de la democracia en España (diciembre 1935- julio 1936)”. Autor: Stanley G. Payne. Es catedrático emérito de Historia en la Universidad de Wisconsin-Madison, entre otros méritos.
Por otro lado, a la pregunta de: “¿Qué se debería hacer en Avilés con las calles dedicadas a los alcaldes franquistas?”. Usted responde: “Cambiarlas”.
¿Es posible que esos alcaldes hicieran algunas cosas positivas para los avilesinos y estos quisieran recordarlos dedicándoles una calle de la Villa?
Señor Perelló, si usted no tiene su domicilio en Avilés, ¿cómo llegó hasta allí para dar la conferencia?, ¿en avión?, ¿en coche por la autopista Oviedo-Gijón-Avilés? Si es que utilizó alguna de estas vías de comunicación, le recuerdo que fueron construidas durante la dictadura de Franco en las décadas de los 60 y 70, en beneficio de la mayoría de los asturianos, para facilitarnos las comunicaciones y servicios.
En Noreña, no hay calles dedicadas a los alcaldes franquistas, pero el campo de fútbol del Condal lleva el nombre de Alejandro Ortea Nachón. Fue alcalde desde 1954 a 1974, según “Noreña entrañable”, libro de José Manuel Fanjul Cabeza.
Durante su mandato se hicieron obras en beneficio del pueblo. Cito alguna:
- Abastecimiento de agua potable a los vecinos de la C/ Las Cabañas.
- Construcción del edificio actual del Ayuntamiento.
- Plaza cubierta. Hoy sala polivalente.
- Aunque no por su iniciativa, se construyeron los institutos masculino y femenino de Bachillerato, cediendo el Ayuntamiento los terrenos del campo de la iglesia para la construcción de este último.
- Adquisición de los terrenos de Los Riegos, que fueron saneados al canalizar el río, pues era una zona cenagosa que anegaba el río, donde se encuentran: el colegio público, centro de Formación Profesional entonces, hoy instituto de ESO y Profesional, facilitando a las familias el estudio a los adolescentes de Noreña y alrededores. Campo de fútbol y espacio que luego se amplió con otros servicios, piscina, polideportivo, centro de salud, residencia de mayores, zona de recreo y parque infantil... y otras obras en beneficio del pueblo.
¿Hay que cambiar el nombre del alcalde por ser franquista?
¿Habría que cambiar por otras todas las obras realizadas bajo su mandato expuestas con anterioridad?, ¿cómo?, ¿por qué hay que olvidar lo positivo que hizo relegando su nombre al olvido?
Reconocer y ampliar derechos de los represaliados por el franquismo es justo y legal, y me repito, también lo es reconocer los derechos de los represaliados por la República y no relegarlos al olvido.
Señor Perelló, no estudié Derecho, ni sé de leyes, pero sí tengo claros varios aspectos:
(A) En España no todas las leyes son de obligado cumplimiento.
(B) El desconocimiento de la ley no nos exime de su cumplimiento.
(C) No todo lo legal es justo, así como todo lo que es de justicia no está legalizado; dependiendo del partido político que gobierne, se legalizan unos aspectos que son de justicia y se omiten otros que también lo son.
Atentamente.
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